La Fórmula 1 nos ha demostrado que no lo hemos visto todo. Un accidente entre los líderes del Mundial nos ha dejado con la piel de gallina y es que el Halo volvió a hacer de las suyas.
El primer pique entre ambos vino en el Gran Premio de Gran Bretaña. En la primera vuelta, Lewis Hamilton fue declarado culpable por un toque a Max Verstappen en Copse. El holandés tuvo un fuerte impacto que llegó a las 53G, algo que le tuvo dolorido algunos días.
Desde entonces, no ha habido mayores encuentros entre ellos en pista. En la siguiente carrera de Hungría fue Valtteri Bottas quien impactaba con Lando Norris, a su vez con Verstappen y luego con Sergio Pérez dejando a ambos Red Bull en fuera de juego. Todos conocemos el desastre de Spa y en Zandvoort el holandés ganó de forma aplastante.
Durante la salida del Gran Premio de Italia, Verstappen y Hamilton se encontraron en la segunda variante. El de Mercedes pasaba por encima de las bananas perdiendo la tercera posición con Norris, mientras que su rival continuaba tras Daniel Ricciardo, que se había colocado líder en la salida. La parada de Verstappen en la vuelta 24 fue lenta y eso le hizo caer muy atrás.
Los chicos de Mercedes también fallaron en la parada, sobrepasaron los cuatro segundos, y esto hizo que Hamilton saliera en paralelo con Verstappen. En la primera curva ya se rozaron, pero en la segunda llegó el drama; se tocaron de nuevo y el Red Bull quedó encima del Mercedes y es que la rueda trasera llegó a impactar ligeramente con el casco del británico, aunque sin Halo la historia sería muy diferente.
“Esto es lo que pasa cuando no dejas espacio”, decía Verstappen por radio. Una sanción que sería investigada al terminar el Gran Premio de Italia. Da igual lo que se decida, de aquí al final de la temporada vamos a vivir una gran tensión en la lucha por el título.
