Tras una serie de jornadas en Alemania y en España, Audi Sport puso rumbo a Marruecos para enfrentarse a las dunas por primera vez. Las condiciones han sido extremas durante estas dos semanas.
Una vez más, en el test estuvieron presentes Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz y Mattias Ekström con sus respectivos copilotos. Los tres tripulantes se turnaron al volante de este nuevo prototipo de Audi. “Este fue uno de los muchos temas que teníamos en nuestra lista de tareas pendientes después de la prueba en Zaragoza”, dice Andreas Roos, responsable de proyectos de fábrica de automovilismo en Audi Sport.
Antes de viajar a Marruecos, el equipo hizo una serie de cambios en la cabina para dar más espacio a piloto y copiloto. Roos asegura que “la respuesta fue positiva”. Las condiciones climatológicas no fueron las ideales algunos días donde se pasaron los 40 grados centígrados.
“Las tormentas de arena también obstaculizaron las pruebas. Además, como se esperaba, surgieron algunos problemas nuevos en las altas temperaturas, que provocaron repetidamente interrupciones en las pruebas y debían resolverse antes de la siguiente”, decía Sven Quandt, director del equipo de Q Motorsport.
Las altas temperaturas no ayudaron a Audi y Roos desvela que queda mucho por hacer, pero el Dakar está a la vuelta de la esquina. “Componentes como el MGU, por ejemplo, básicamente no se desarrollaron para su uso en temperaturas ambiente tan altas, pero el tren motriz y otros componentes también fueron llevados al límite o incluso más allá por el calor. Los conocimientos que obtuvimos en Marruecos son invaluables, pero también nos muestran que todavía tenemos mucho por hacer antes del Rally Dakar y que no queda mucho tiempo”.
Otro de los elementos importantes para Audi será la batería de alta voltaje. “Se trata de una gestión óptima de la temperatura y de poder aprovechar el máximo rendimiento de la batería. Aquí es donde aprendemos con cada prueba y por eso vamos al desierto con un tren motriz electrificado”, cerraba Roos.
