Max Verstappen recibirá una sanción de tres puestos para el GP de Rusia por el accidente con Lewis Hamilton en Monza. Esto hace que Red Bull estudie cambiar el motor del holandés y aprovechar la penalización.
Tarde o temprano, en el coche de Max se tendrá que montar la cuarta unidad por lo ocurrido en Silverstone. Con la penalización que se ganó el holandés, Christian Horner ha dejado la puerta abierta a un posible cambio y aprovechar la ocasión. Las características de Sochi harían fácil avanzar sobre la parrilla. Ferrari ya anunciado que Charles Leclerc montará un nuevo sistema híbrido que le hará salir desde atrás.
“En última instancia, no podemos evitar sufrir una penalización en la parrilla, pero tenemos una ventana de unas cuatro carreras en las que podemos hacerlo”, decía Horner para RacingNews365 insinuando que Rusia es la primera de las cuatro carreras “potenciales”. La decisión vendrá por lo que ocurra el sábado. “De lo que dependerá en última instancia es de nuestra posición el sábado en Sochi. Creo que sólo entonces tomaremos una decisión sobre este tema”.
Honda, en un principio, salvó la unidad de potencia de Silverstone y incluso la llevó a Hungría, pero allí se encontraron desperfectos. “Desafortunadamente, la grieta se encuentra en una parte que, como tal, es muy difícil de reparar. Ese motor tiene solo unos pocos kilómetros y muy posiblemente todavía se pueda usar un viernes, pero eso también es poco probable”, aclaraba Horner.
Red Bull ya tuvo que lidiar una situación igual con Sergio Pérez. Este se vio involucrado en el choque de Hungría y su motor quedó en fuera de juego. Su penalización llegó en Zandvoort y si todo va bien, acabará así la temporada. Pérez tiene que seguir en la zona alta de la tabla para ayudar a su equipo a conseguir el título de Constructores. Además, hay menos presión, ya tiene contrato para 2022, pero no lo está consiguiendo.