Max Verstappen ganó el Gran Premio de los Países Bajos controlando la situación en pista, mientras que su equipo hizo lo propio desde el muro. Copiaron a Mercedes en las paradas y no caer en la trampa de Barcelona.
Zandvoort no es un trazado que se caracterice por sus grandes puntos de adelantamiento, la salida y la primera curva eran claves para Lewis Hamilton, pero Verstappen arrancó de tal manera que le sacó varios metros antes de la primera curva. Esto le ayudó a abrir una gran brecha para no sufrir un undercut.
Mercedes alargó la parada de Valtteri Bottas para taponar al holandés, sin éxito. Hamilton paró por segunda vez para montar unos medios, pero Red Bull reaccionó llamando a su piloto para calzarle los duros. Estos compuestos funcionaron bien, también a Charles Leclerc, pero Mercedes no se atrevió al tener poca información del viernes.
Hamilton fue el único en ir a tras paradas, ya que tuvo que montar un juego de blandos para hacerse con la vuelta rápida, que le quitó su compañero de equipo. Alonso montó los medios en la vuelta 33 y eso le permitió superar a Sainz a pocas vueltas del final, que montó los duros en el giro 31. Pérez fue el único que montó el C1 en la salida, pero pronto tuvo que cambiarlos por hacer un plano.
“Los tres compuestos que nominamos para la carrera jugaron un papel destacado, subrayando la gran variedad de estrategias exitosas en este circuito nuevo y muy emocionante, con los pilotos presionando al máximo hasta el final”, comentaba orgulloso Mario Isola, responsable de Pirelli en Fórmula 1.
La temperatura de la pista alcanzó los 32ºC durante la carrera, algo que no había sucedido en todo el fin de semana. Isola destaca que gracias a esto la elección fue correcta, pero los pilotos sufrieron algo más. “El desgaste fue mayor de lo previsto debido a la falta de tandas largas antes de la carrera, mientras que la degradación estuvo en línea con las expectativas”.
