Durante el pasado Gran Premio de Italia, los directores ejecutivos de los fabricantes se reunieron de nuevo con la Fórmula 1 para debatir sobre el nuevo motor y el futuro del deporte. Todas las partes son optimistas de que se llegará a un acuerdo a finales de octubre. Según informa Auto Motor und Sport, la nueva unidad de potencia se retrasaría hasta 2026.
Estas reuniones tienen un componente muy complicado. Todas las partes tienen que valorar que unidad de potencia es más económica, sostenible, viable y, sobre todo, atractiva para el aficionado. Mercedes y Renault no quieren empezar de cero y quieren beneficiarse de su experiencia en esta tecnología híbrida. Por otro lado, Audi, Porsche y Red Bull quieren empezar de nuevo y ser competitivos. Ferrari dice estar listo para lo que se proponga.
Desde el otoño de 2020, este grupo se está reuniendo para discutir el concepto de propulsión y el marco financiero. Las posiciones son muy diferentes y hay pocos avances. Ahora se ha abierto un nuevo frente, Mercedes y Renault estarían dispuestos a decir adiós al MGU-H.
En Monza se han visto las caras todos los motoristas con la FIA, Stefano Domenicali y Ross Brawn, donde parece que también estuvo Honda, que abandonará la Fórmula 1 a finales de este año. Lo que si ha quedado claro es que la nueva unidad de potencia no llegaría hasta 2026, el acuerdo tenía que estar ya si se quiere empezar un año antes, como se tenía previsto. El Gran Circo confía en que dentro de ocho semanas se publique un reglamento.
Los fabricantes quieren mantenerse en un motor V6. Se plantea un bloque estándar, donde solo se desarrolle la culata y la combustión. La reducción de costes es el gran objetivo, que quede muy por debajo del millón y eso no sería posible con el turbo V6 de la actualidad con su combustión eficiente y el MGU-H. Cuesta mucho dinero desarrollar la coordinación entre el turbocompresor, MGU-H y motor de combustión.
