De nuevo las redes sociales vuelven a mostrar su lado más vergonzoso. Giniel de Villiers atropelló a dos pilotos de motos en las primeras tres etapas de este Dakar. Por ello ha recibido varios insultos e incluso amenazas de muerte.
El sudafricano de Toyota se llevó por delante primero a César Zumarán en la segunda etapa. Solo un día después de no pudo evitar la moto de Mahomedsaid Aoulad Ali tras bajar una duna. No se paró a socorrer, o al menos ver como están, a ninguno de ellos. La FIA le impuso una sanción de cinco horas por actuar de forma “insegura”, lo que le dejó fuera de carrera por la lucha.
Toyota apeló y los comisarios dieron el visto bueno a las nuevas evidencias, la sanción se le retiró y volvió a la cuarta posición de la clasificación. Se facilitaron nuevos datos del GPS del coche, así como una investigación ERTF, proveedor del sistema de seguridad Sentinel del Dakar. La señal dentro del coche “era adecuada, pero no óptima”. Vaya, que a De Villiers no le dio tiempo a reaccionar una vez que sonó la alarma.
El sudafricano cerró el capítulo, pero no las redes sociales. “El maltrato que recibes e incluso las amenazas de muerte, es increíble. Es la primera vez que experimento algo así. Debo decir que no es muy agradable”, le decía a Motorsport.com. “Esto es de gente que no conoce la situación, no están aquí. Están sentados en casa y es muy fácil comentar algo cuando no se conocen los hechos, pero, aun así, es bastante molesto ver este tipo de cosas”.
De Villiers está contento por la decisión de los comisarios y se justifica. “Sabemos que hicimos absolutamente todo para no atropellar esta moto, es muy difícil en las dunas, que la gente esté detrás fue algo desafortunado. La investigación no se hizo bien (inicialmente). Lo bueno es que se ha eliminado y ya podemos competir, estamos de vuelta en la carrera”.
En el caso de Aoulad Ali se vio obligado a abandonar el Rally por los daños en su KTM, pero el de Toyota le ha ofrecido pagar la inscripción de 2023. “Sigo pensando que hay que intentar mejorar aún más la seguridad, porque si tienes motos y coches corriendo en la misma pista en dunas como esas, es increíblemente difícil”, zanjaba De Villiers.
