Ross Brawn alega que es poco probable que los equipos encuentren zonas grises en el reglamento, pero en el caso de que suceda, desde la FIA lo detendrán.
Tras el anuncio de una nueva normativa técnica, muchos recordaron lo que sucedió en 2009, cuando Brawn GP y su doble difusor alteró de forma considerable el campeonato. El dueño de aquel equipo entonces y ahora director deportivo de la Fórmula 1, Ross Brawn, ha declarado que no puede garantizar que los equipos no encuentren zonas grises en el reglamento, pero en caso de que eso suceda, la FIA lo detendrá.
“No hay garantías de que los equipos no encuentren zonas grises. Si eso ocurre, no lo veremos en los tests de Barcelona. Aunque, en realidad, no creo que suceda. La normativa es bastante sólida, pero nunca se puede decir”, le decía a Autosport.com.
Además, Brawn añadió que el nuevo sistema de gobierno de la FIA podría ayudar a que ésto se evite. Ya que no requiere de unanimidad entre los equipos para bloquear avances tecnológicos.
“Es algo circular. Si sabes que ocho equipos y la FIA podrían impedirte hacer algo si sienten que está mal… Eres un poco más cauteloso al hacerlo, sabiendo que eso podría ser un problema. Así que creo que la nueva forma de gobierno es algo que también da otra capa de protección”.
A pesar del radical cambio de reglamento, Ross Brawn no piensa que esto vaya a agitar a la parrilla en demasía. Espera que Mercedes y Red Bull estén al frente, pero que el resto de equipos se acerquen un poco más entre sí.
“Sinceramente no creo que haya una agitación monumental de la parrilla tras la nueva normativa. Lo que sí sucederá es que todos los equipos estarán más cerca y tendremos un campeonato má igualado”.
Desde la FIA, con Nikolas Tombazis y sus ingenieros, inspeccionan cuidadosamente cada coche, trabajando desde cerca con los equipos para detectar cualquier controversia.
“Hemos encontrado algunas sorpresas, algunas cosas que pensábamos que iban a ser diferentes, donde los ingenieros han aplicado sus competencias para encontrar una solución. Aunque esto no ha hecho que salten las alarmas. Lo consideramos una interpretación absolutamente legal del reglamento. Aún no hemos visto ningún equivalente a un doble difusor o algo similar”
“Cuando inspeccionamos los monoplazas de los equipos, lo hacemos exhaustivamente. Desde el alerón delantero al alerón trasero. Estos procesos pueden durar hasta 6 horas y no los damos por finalizados hasta que estamos completamente seguros de que el coche no rompe ninguna regla”, explica. “No nos centramos solamente en un área particular del coche, sino que comprobamos que todo esté correctamente”, decía para cerrar sus intervención.
