La Federación de Automovilismo de Ucrania ha enviado una carta a la FIA en la que solicita que no permita correr a pilotos con licencias expedidas en Rusia y Bielorrusia fuera de sus territorios. Esto pone en duda el futuro de Nikita Mazepin y de otros pilotos que compiten en categorías que se rigen por las normas de la FIA.
El conflicto que ha desencadenado la invasión de Rusia a Ucrania ha salpicado también a la Fórmula 1. La semana pasada se anunció la suspensión del Gran Premio de Rusia previsto para el mes de septiembre ante la imposibilidad de correr allí dadas las circunstancias actuales.
La FIA envió hace unos días una carta a la Federación de Ucrania para mostrarle su apoyo y solidaridad en la difícil situación que atraviesan. Esta, en respuesta, le ha agradecido el apoyo y le ha hecho algunas peticiones. El Consejo Mundial de la FIA se reunirá mañana con carácter especial para tratar este asunto.
Dentro de las peticiones de la federación ucraniana se encuentra la prohibición de utilizar símbolos de la Federación de Rusia ni de su aliado, la República de Bielorrusia, así como prohibir cualquier competición que se realice en esos territorios, ni en los ocupados de Ucrania.
A nivel individual, también solicitan excluir de la FIA y de sus comisiones a todos los miembros de la Federación de Rusia y de Ucrania. Por último, piden que ningún piloto con licencia expedida por estas dos federaciones pueda competir fuera de sus territorios. Esto pone en alerta a Nikita Mazepin, pues si la FIA acepta no podría competir en Fórmula 1.
De cualquier modo, el futuro del ruso también está en el aire si Uralkali desaparece como patrocinador principal de Haas por su fuerte vinculación con esta empresa. Mañana, la FIA podría tomar una decisión con respecto a sus pilotos rusos y bielorrusos, que también afectaría a otros como a Daniil Kvyat en el WEC o a Robert Shwartzman en Fórmula 2.
