Todos los equipos se sorprendieron por el porpoising que se vio en los primeros test de pretemporada en Barcelona. Todo esto debido al protagonismo que ha recuperado el efecto suelo por culpa de la nueva normativa. Ya es un efecto que se registró en 1980.
Cuando los monoplazas van a alta velocidad, son empujados hacia el suelo por el aumento de cargas aerodinámicas en recto, pero el flujo del aire hace que los coches vayan hacia arriba y hacia abajo según avanzan. McLaren fue el equipo que menos sufrió este efecto, gracias a su desarrollo del fondo plazo.
James Key, director técnico del equipo, asegura que para resolver el problema se debe mezclar la configuración y concepto aerodinámica. Cree que no pasarán muchas carreras. “Creo que hay varios factores involucrados en esto y probablemente sea una combinación de los dos. Ciertamente, lo que encontramos es que puedes tener una combinación de cosas que lo promueven, y luego puedes retractarte de eso”, comentaba para Autosport.com.
Key mantiene la calma, no debemos llevarnos las manos a la cabeza. “Estoy seguro de que es algo de lo que todo el mundo se hará cargo. Es un tema porque es muy visible, pero, en última instancia, habrá soluciones allí entre la configuración y el desarrollo aerodinámico donde descubras cómo manejarlo. No hubiera pensado que sería un tema de conversación después de las primeras cinco o seis carreras”.
Aquellos equipos que han solucionado este problema en la pretemporada pueden partir con ventaja. “Supongo que ayuda si no lo sufres dramáticamente, ya que tal vez puedas tener un poco más de flexibilidad. Ferrari fue uno de los que sufrió, por ejemplo, mientras que el primer día parecía ser el coche más estable. Así que creo que todo el mundo está encontrando el lugar adecuado para estar. Ya sea que sea una ventaja o no, supongo que dependerá de hasta dónde puedas llevar tu configuración o tu desarrollo aerodinámico”, zanjaba.
