Mitch Evans estuvo intratable en Roma. En las dos carreras que se disputaron esta semana, el de Jaguar logró la victoria.
La temporada no había empezado como deseaba el neozelandés. En Diriyah obtuvo una décima posición en la primera carrera, pero en la segunda no pudo pasar del último lugar. En México las cosas no fueron mejor y el piloto de Jaguar terminó la tercera ronda del campeonato en decimonovena posición.
Evans y Jaguar llegaban a Roma con la esperanza de tener un buen rendimiento y recuperar todos los puntos perdidos. En la primera carrera el neozelandés fue capaz de remontar desde la novena posición. Logrando un ritmo endiablado y dejando a Frijns a casi seis segundos de distancia.
Llegó el domingo y esta vez fue capaz de clasificar en cuarto lugar, por detrás de Vergne, Dennis y Lotterer.
El piloto de Jaguar se lo tomó con calma en los primeros compases de la carrera, pero enseguida empezó a cazar a los pilotos en cabeza y volviendo a llevarse una magistral victoria.
Sin embargo, no fue una carrera sencilla para Evans. El neozelandés fue el último en activar el modo de ataque, que consistía en una sola activación de 8 minutos. El reglamento exige haber agotado todo el tiempo de ataque antes de terminar la carrera, si no, se penaliza.
Faltan 12 minutos de carrera cuando Evans aún no había activado el Attack Mode. Gracias al tiempo añadido por banderas amarillas y coches de seguridad el neozelandés pudo activarlo antes de agotar el tiempo. Estas fueron sus sensaciones al terminar la carrera:
“Parece un deja vú. Este resultado viene del trabajo duro. Solo puedo agradecer a todo el equipo porque las últimas ocho semanas ha habido mucho trabajo que hacer.”
“No sabía si seríamos capaces de gestionar dos carreras, pero mostramos gran fiabilidad. La carrera fue una calca de la del sábado. Aunque hoy fue más complicado por las altas temperaturas y el modo ataque más largo. Casi no lo logramos con el Safety Car.”
El neozelandés se ha mostrado satisfecho y muy agradecido con el equipo, esperando repetir las buenas sensaciones en las próximas carreras:
“Han sido unos buenos días. Espero que esto no sea solo una vez y podamos repetir. Estamos de vuelta como equipo, así que es bueno.”
Mitch Evans no quiso terminar sin dar las gracias a su compañero de equipo. Sam Bird detuvo a todo el pelotón para que el neozelandés pudiese activar el modo de ataque y solo perdiera la posición frente a Vergne:
“Me ayudó mucho. La victoria se la debo a él, porque retuvo a Vergne. No lo hizo a propósito, pero hizo lo que era necesario para poder tener una brecha para la activación. Fue una lástima su encuentro con Cassidy. Esperaba que estuviéramos los dos al frente. Estoy seguro que volverá.”
