La clave de Alpine para lidiar con el porpoising

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Fuente: @AlpineF1Team

En la categoría reina del automovilismo se llevan los monoplazas tan al límite de su rendimiento que constantemente afloran problemas. Esta nueva generación de la F1 ha reavivado un fantasma del pasado que llevaba décadas sin hacer acto de presencia, el porpoising.

Ese rebote de la panza del monoplaza con el asfalto lo puede llegar a hacer incontrolable. Como dice el dicho, “pasa en las mejores casas”, ya que este problema ha acusado a los equipos de lo alto de la tabla. No es el caso de Alpine, que ha desarrollado un coche cuyas líneas conceptuales ya hacían mucho para solventar este dilema con el que otros aún se rompen la cabeza.

Pat Fry, jefe técnico de Alpine, ha hablado sobre el tema con los periodistas de la edición neerlandesa de RacingNews365. El responsable de la escudería francesa está familiarizado con este fenómeno, ya que es veterano en la categoría. Aún así, admite la conmoción en los garajes.

Nadie esperaba que esto fuera a ocurrir, o al menos, con tanta frecuencia e intensidad. “Creo que el porpoising, y sobre todo lo malo que fue, sorprendió a los equipos de Fórmula 1 este año. De todas formas, no habíamos calculado los problemas y tampoco se produjeron en el simulador. Desarrollar un coche nos hace menos más sensibles al problema que otros”, afirmaba el británico.

Fernando Alonso en Baréin | Fuente: Alpine F1 Team.

Una de las claves del A522 vino dada por la anchura de su casco. Según Fry, un cuerpo más grueso ha permitido a los de Enstone fijar un fondo más rígido. Su competencia de mayor esbeltez se han visto forzados a colocar la barra extra de montaje más centrada, flexibilizando su suelo.

“Obviamente tiene que ver con la aerodinámica. Todos los equipos que han optado por un perfil ‘más estrecho’ pueden instalar su barra extra de metal de montaje menos al costado”, decía Fry. “Tenemos un perfil ancho, lo que nos facilita las cosas”.

A pesar de que el azar haya podido tener un importante papel, Pat Fry remarca el interés que tuvieron en fabrica de Alpine por tener un coche rígido. “Toda esa rigidez adicional asegura que el suelo no sea demasiado flexible. Con los otros equipos, eso ha causado sorpresas hasta cierto punto”.

Como se menciona más arriba, el británico explica que la suerte los condujo en parte hacia un monoplaza con menos porpoising. “Para ser honesto, tuvimos un poco de suerte con el diseño de nuestro coche, lo que nos da una mejor comprensión de los problemas con las marsopas”, concluía el jefe técnico.