Red Bull volvió al pozo más profundo en Australia. No habían pasado ni dos carreras desde su doble abandono en Baréin y Max Verstappen decía adiós a un segundo puesto en Albert Park.
El vigente Campeón del Mundo está tocado, tanto que no se ve luchando por el Mundial este 2022. Se han disputado tres carreras y ha abandonado en dos ocasiones. Su objetivo era acercarse a Charles Leclerc y convencerse a sí mismo de que podía plantar cara a Ferrari y mantener el #1. Es muy pronto, pero el neerlandés no se ve potencia en su RB18.
“Estamos a mucha distancia, así que no quiero ni pensar en la lucha por el campeonato en este momento, creo que es más importante terminar carreras. Simplemente otro mal día, otra vez”, comentaba Verstappen según recoge Motorsport.com.
A Red Bull se le puso todo de cara con el abandono de Carlos Sainz. Tenían la oportunidad de hacer dudar a Ferrari con sus dos coches, ya que Sergio Pérez está en un estado de forma excepcional.
“Realmente no tenía ritmo, y solo trataba de gestionar los neumáticos para intentar llegar al final porque, pese a todo, parecía bastante fácil ser segundo. Y sabía que no podía luchar contra Charles, así que no tenía sentido tratar de presionarle. Pero ni siquiera terminamos la carrera. Es bastante frustrante e inaceptable”, continuaba. El único momento en el que lucharon fue en la relanzada del segundo coche de seguridad, pero cuando Leclerc volvió a tener temperatura en sus gomas, se distanció de nuevo.
Antes de comenzar la carrera en Australia, a los mecánicos de Red Bull se les vio trabajar en el coche del neerlandés. Christian Horner está convencido de que es un problema que no está relacionado con el abandono. “No pudimos luchar por la victoria, pero al menos un segundo puesto habría supuesto buenos puntos, pero no hemos terminado. Tenemos que solucionar ciertas cosas para que no vuelva a suceder”, concluía el jefe de equipo de Red Bull.
