Primero un fallo en el sistema hidráulico y luego una mala estrategia. Fueron las dos razones por las que el Gran Premio de Australia pasará al olvido para Fernando Alonso.
El bicampeón del Mundo ilusionó tras los terceros entrenamientos libres, compitiendo con Red Bull y Ferrari. En su vuelta rápida de Q3, su coche quedó atascado en cuarta marcha en mitad de la curva, además, su motor se apagó. Por este cúmulo de circunstancias, chocó contra el muro.
“Fue una junta tórica en el sello del aceite. La junta falló y hubo una fuga de aceite. Tenemos un modo a prueba de fallos que trató de salvar el motor, así que cuando ves una bajada en la presión del aceite, se activa el modo a prueba de fallos y eso es lo que pasó. Así que la solución era el reemplazo de una junta tórica”, decía Otmar Szafnauer para TheRace sobre lo ocurrido el sábado.
Este accidente le obligó a salir desde la décima posición. Alpine montó neumáticos duros al asturiano. Todo iba bien hasta el segundo coche de seguridad, momento en el que Alonso se encontraba cuarto. Era demasiado pronto para cambiar de gomas, cuando lo hizo, salió en tráfico y los neumáticos medios se desintegraron. Una segunda parada obligada le hizo cruzar la meta en última posición.
El jefe de equipo de Alpine tiene claro cual hubiera sido la lucha de Alonso si todo hubiera salido bien. “Habría empezado con neumáticos medios, como todo el mundo alrededor de él, y no le habría perjudicado el coche de seguridad, habría tenido una buena oportunidad de luchar con los cuatro primeros”.
Szafanauer tiene clara una cosa y es que han hecho un gran trabajo durante el invierno. “Le daremos a Fernando el coche que necesita. Veremos cómo va la temporada, acaba de empezar, pero no pienso que hayamos hecho un mal trabajo en invierno. Mejoraremos durante la temporada, iremos hacia arriba”, decía en una entrevista para AS.com.
