La Sprint está frenando a los equipos a la hora de llevar actualizaciones para sus monoplazas. Ferrari fue la primera en admitir que no era el escenario ideal y ahora lo ha hecho Red Bull.
Está claro que el RB18 necesita mejorar si quiere estar a la altura del F1-75. Max Verstappen dijo adiós al GP de Australia por problemas de fiabilidad, pero es que en ningún momento estuvo a la altura de Charles Leclerc. El Gran Premio de Emilia Romagna marca el comienza de la gira europea y muchos equipos consideraron llevar grandes mejoras.
Christian Horner, al ser preguntado por los planes de Red Bull, dijo: “No diría que se planearon grandes actualizaciones, todo es parte de una evolución. Tener una carrera sprint te da poco tiempo para evaluar estas cosas. Tienes que tener mucha confianza en lo que estás poniendo”.
El formato sprint pone el fin de semana patas arriba. Solo hay una sesión de libres antes de la clasificación y otra antes de la sprint. El jefe de Red Bull cree que comprender los problemas con el equilibrio del RB18 es más importante que llevar paquetes de mejora.
“Creo que a medida que aprendemos más sobre los neumáticos y el rendimiento del coche, eso te da una dirección de desarrollo. Durante las primeras tres carreras, tenemos una muy buena dirección para el desarrollo del resto de la temporada”, expresaba según recoge Autosport.com.
A Red Bull le está pasando factura haber luchado por el Mundial hasta la última carrera de 2021. Ferrari, que comenzó con este proyecto mucho antes, ha ganado dos de las tres carreras que se han disputado este 2022. Leclerc tiene una ventaja de 46 puntos sobre el actual Campeón del Mundo.
“Obviamente, comenzaron este proyecto mucho antes que nosotros, así que, hasta cierto punto, estamos tratando de ponernos al día”, admitía Horner.
