Los organizadores del Gran Premio de Miami están sufriendo más de lo esperado. Antes de los primeros libres tuvieron que parchear algunas zonas del circuito. Después de ambas sesiones del viernes, también.
Los problemas con la superficie de la pista comenzaron el jueves por la noche. Tras la actividad del coche de seguridad y las vueltas a invitados VIP aparecieron daños en la curva 17, la horquilla que precede a la recta de meta. También en la curva siete, que se estrecha en el exterior del falso puerto deportivo.
Se cree que se debe a un problema conocido con el proceso de asfaltado en esos puntos concretos. El viernes por la noche se decidió hacer un segundo intento de reasfaltado en la curva 17, al tiempo que se realizaban algunos trabajos adicionales en la salida de la curva, que no se habían abordado previamente.
En las últimas notas de director de carrera emitida el sábado por la mañana, Niels Wittich dice: “El vértice y la salida de la curva 17 han sido reasfaltados”. La FIA ha decidido eliminar los dos bordillos de la chicane de la entrada de boxes y sustituirlos por bolardos. Se mantienen los 80 kilómetros por hora de velocidad máxima antes de ese punto.
