El nuevo reglamento que entró en vigor este 2022 no está dando el resultado que se esperaba. Dejando aparte el rendimiento de los equipos, el porpoising ha vuelto debido al efecto suelo, pero lo sucedido en Bakú ya ha agotado la paciencia de los pilotos.
La FIA está estudiando este tema que afecta todos los equipos, aunque no a todos por igual. Algunos de los técnicos aseguran que las limitaciones en la suspensión hacen que este problema tengo difícil solución. Una de las soluciones es subir el coche, como ha hecho Mercedes en numerosas ocasiones, pero esto provoca una pérdida de carga aerodinámica.
El organismo no solo quiere hablar con los técnicos, jefes de equipos y pilotos, también con médicos especialistas para tomar medidas, según publica Auto Motor und Sport. Toto Wolff ha asegurado que sus pilotos están sometidos a aceleraciones verticales de hasta 6G que afecta a la columna y caderas. Así salió Lewis Hamilton del GP de Azerbaiyán.
La FIA tiene su gran parte de culpa por ser quien firma el reglamento. Algunos pilotos quieren soluciones rápidas porque piensan en accidentes futuros. “Creo que es solo una cuestión de tiempo antes de que veamos un incidente importante. Muchos de nosotros apenas podemos mantener el coche en línea recta sobre estos baches, estamos haciendo las dos últimas curvas a 300 kilómetros por hora, tocando fondo, puedes ver a simple vista en el asfalto lo cerca que están los coches del suelo”, comentaba George Russell.
“Incluso la Fórmula 2 está en la misma posición, tienen un tipo de filosofía similar. Y es algo innecesario con la tecnología que tenemos en el entorno actual. Me parece innecesario que un coche de Fórmula 1 corra a más de 320 kilómetros por hora, a milímetros del suelo”, continuaba al respecto.
