En su primera participación en la clase LMP2, Penske rozó el podio. Antes de comenzar la temporada hubieran firmado este resultado, pero después de todo lo que pasó, están algo decepcionados.
Felipe Nasr, Dane Cameron y Emmanuel Collard se pusieron a los mandos de este coche #5. Estuvieron luchando con PREMA por el segundo puesto durante muchas horas de la carrera, mientras que el JOTA encontró un ritmo inigualable. Después de esto llegaron los problemas y de ahí la frustración de los americanos.
Cameron admitió que el quinto lugar fue algo decepcionante. “Habríamos estado contentos con eso hace dos días, pero ahora que he estado corriendo cerca del frente es un poco decepcionante. Parecía que un podio era una gran posibilidad para gran parte de la carrera, pero tuvimos algunas pequeñas burbujas que nos hicieron retroceder”, comentó para Motorsport.com.
Por otro lado, Jonathan Diuguid, el encargado de gestionar este programa, cree que el equipo podría haber luchado con PREMA hasta el final. “Prácticamente, no pudimos igualar al coche ganador de JOTA, pero diría que estábamos a la par con Prema, corrimos con ellos muy de cerca. Las cosas no salieron como queríamos al final, pero hubo diferentes partes de la carrera en las que pensé que era posible un podio”.
Los primeros problemas comenzaron cuando Nasr se llevó por delante algunos trozos de otros coches. Se tuvo que reemplazar la parte delantera del Penske y se también volver a conectar un conducto de freno. Cuando luchaban por el cuarto lugar con TDS Racing, el motor Gibson necesitaba una recarga de aceite en cada parada.
“Estuvimos quemando y/o perdiendo un litro por hora durante quizás las últimas seis horas. El alto consumo de aceite significaba que recibíamos una especie de penalización de cinco segundos en cada parada”, explicaba Diuguid. Ya no habrá más carreras para Penske en LMP2, ya que la temporada pasada volverán a la máxima categoría del WEC con un LMDh junto a Porsche.
