En lo que llevamos de temporada, Toyota no ha podido terminar con sus dos coches en una misma carrera. En Sebring, un accidente ‘Pechito’ López dejó fuera al #7, mientras que el #8 sufrió un fallo hidráulico en Spa-Francorchamps.
Toyota ha confirmado que no hay ningún problema fundamental con el competente que falló en Spa. Se atribuyó al convertidor de alto voltaje entre la batería y la unidad de motor generador del eje delantero del GR010 en el sistema híbrido.
“El problema no puede ser fundamental porque estamos usando esta tecnología desde hace años, desde 2016”, comentaba Pascal Vasselon, quien describió el problema como “algo único” y que no “había sucedido nunca antes”. Toyota usa este mismo sistema desde que fabricaron el TS050 Hybrid de la categoría LMP1.
“Ponemos mucha energía en la gestión de nuestros proveedores: hacemos auditorías a los proveedores, revisamos sus procesos, hacemos todo lo posible para gestionar la calidad de las piezas que nos suministran. Sin embargo, nunca se puede descartar un problema de calidad puntual. Los problemas que surgen normalmente se solucionan; la preocupación proviene de los que aún no aparecieron”, explicaba Vasselon para Motorsport.com.
Durante la edición de 2021 en Le Mans, Toyota tuvo que superar un problema de presión de combustible en ambos GR010, causado por la mezcla de grasa de la boquilla de reabastecimiento con partículas de poliuretano de las superficies internas de la vejiga de combustible. Los nipones confían cada vez más en su fiabilidad. “Tenemos más kilómetros detrás de nosotros, por lo que seguramente deberíamos haber podido resolver más problemas”.
Brendon Hartley, uno de los pilotos del Toyota #8, confía plenamente en su coche, en su equipo y en que pueden volver a ganar. “Me gustaría decir que estaríamos preparados para cualquier cosa que suceda, pero por supuesto nunca se sabe en Le Mans”, comentaba para SportsCar365.com.
