El australiano consigue la primera victoria de la temporada, después de una lección de pilotaje y de gestión de neumáticos, que confirma su gran momento de forma. Se trata de la cuarta victoria de Penske este año, la primera desde el mes de abril. El representante español, Álex Palou, fue sexto después de partir desde la 18ª posición.
El último Gran Premio de Detroit en el circuito de Belle Isle se ha saldado con victoria para Power, su tercer triunfo en este circuito. La prueba ha venido marcada por las estrategias, y el piloto australiano ha gestionado como nadie sus neumáticos para contener a Alexander Rossi y lograr su 41ª victoria en IndyCar.
La carrera arrancó sin apenas incidentes, con Josef Newgarden manteniendo la primera posición. Simon Pagenaud y Helio Castroneves se colocaban segundo y tercero, adelantando a Takuma Sato. Rossi atacó en las primeras vueltas, ganando varias posiciones, y Graham Rahal tuvo que abandonar la carrera a las primeras de cambio después de tocar los muros del circuito de Belle Isle.
Algunos pilotos decidieron deshacerse pronto del neumático blando, como Rossi o VeeKay. A partir de la vuelta cinco, empezamos a ver a varios pilotos adelantar con el compuesto duro, liderados por Will Power y Scott Dixon. Este grupo llegó hasta Newgarden en la vuelta 14, después de que el de Tennessee alargara su stint con blandos lo máximo que pudo. Esto hizo que perdiera varias posiciones, incluso con uno de los pilotos que ya había parado: Alexander Rossi.
En la vuelta 18, Scott McLaughlin acabó en una de las escapatorias, pero pudo volver a pista con normalidad y sin provocar amarilla. Acto seguido, Newgarden y O’Ward entraron a boxes. En la vuelta 24, Kyle Kirkwood fue el primero en parar de los que rodaba con el duro desde el inicio, y más tarde le siguió Rossi, que hacía ya su segunda parada y pudo arrebatarle la posición al piloto de Foyt. Power paró en la vuelta 26, y mantuvo posición con los Ganassi de Dixon y Palou después de que estos pararan.
Fue en esta ronda de paradas en donde Dixon y Palou decidieron usar el neumático blando, lo cual provocó que Power se distanciara y Newgarden, Kirkwood y Rossi empezaran a recuperar terreno. El de Andretti adelantó a Palou en la vuelta 38, y a Dixon en la 43. Una vuelta más tarde, Palou entró a boxes desde la cuarta posición. Más tarde, entraban Newgarden y O’Ward, que salieron delante del español. Alexander Rossi se aseguró ser contendiente a la victoria con su parada en la vuelta 48, saliendo delante de Dixon con neumático duro.
Kyle Kirkwood dañó su monoplaza tras parar, y Power tuvo problemas en su parada, y aún así salió con una amplia ventaja sobre Rossi, pero con la desventaja del neumático. Sorprendentemente, la primera mitad del stint no mostró apenas diferencias de ritmo entre Rossi y Power, pero el californiano empezó a apretar en las últimas diez vueltas, pero no fue suficiente, y Will Power se hizo con la victoria con apenas un segundo de diferencia. Rossi fue segundo y Dixon tercero, seguidos de Newgarden y O’Ward. Álex Palou finalizó sexto.
Fue en esta última vuelta cuando tuvimos el último incidente del día, ya que Rinus VeeKay estrelló su coche contra las protecciones, después de que Power cruzara meta. El piloto de Penske se coloca líder del campeonato, con tres puntos de ventaja sobre un Marcus Ericsson que fue 8º. Patricio O’Ward cae a la tercera posición y Palou a la cuarta, a 12 y 14 puntos de distancia respectivamente. Newgarden y Dixon se mantienen en la 5ª y en la 6ª plaza, ligeramente descolgados, y Alexander Rossi remonta cuatro posiciones, colocándose séptimo en la general.
La semana que viene, la IndyCar vuelve en Road América, uno de los escenarios más míticos de la categoría, y que siempre da grandes carreras. También es el circuito talismán de Álex Palou, que puede ponerse líder del campeonato si firma un buen fin de semana.
