El Gran Premio de Bélgica ha sido el punto de mira durante todo el parón veraniego. La FIA ha puesto en marcha desde esta carrera una nueva métrica para evitar el rebote. Siguen insistiendo en que hubiera sido “irresponsable” por su parte ignorar el tema.
Después de muchas discusiones entre el presidente de la FIA, los equipos y los pilotos, se decidió elevar los monoplazas 15 milímetros, pero la idea inicial era subirlos 25 milímetros. Además, el organismo rector ha sido criticado por realizar una modificación tardía de las normas técnicas de 2023, para ayudar a limitar la posibilidad de los rebotes.
En las últimas carreras, los equipos han sabido reducir el problema, por lo que sienten que la FIA se ha precipitado en cambiar las reglas del próximo año. “Vemos que, en términos generales, con el aumento del rendimiento, también hay una tendencia a aumentar ese fenómeno. Al mismo tiempo, los equipos están aprendiendo más al respecto y pueden controlarlo mejor”, comentaba Nikolas Tombazis para Motorsport.com.
El máximo encargado de los monoplazas dentro de la FIA cree que hubiera sido un error tomar el ejemplo de otros deportes. “Ahora, tenemos que actuar con responsabilidad en este deporte. Vemos ejemplos de otros deportes que han ignorado los efectos a largo plazo de ciertas condiciones a las que someten al deportista, por lo que sentimos que teníamos que adoptar una visión a largo plazo sobre esto”.
“Estas regulaciones continuarán hasta 2025 inclusive, antes de pasar a las nuevas regulaciones para el 2026, y sentimos que era mejor actuar temprano que estar aquí discutiendo lo mismo nuevamente, dentro de un año, y así sucesivamente”, explicaba al respecto.
En la Fórmula 1, cada equipo mira por lo suyo. A Tombazis le parece normal que haya tanta variedad de opiniones. “No tenemos ninguna duda de que algunas personas de un lado de la discusión dirían que fue demasiado. Otras personas nos dirán que es demasiado poco. Eso es normal”.
