Stoffel Vandoorne llegará a las dos últimas citas de la Fórmula E con un colchón de 36 puntos sobre Mitch Evans, segundo clasificado. El belga asegura que no irá a usar la calculadora.
Mercedes quiere llevarse el segundo mundial de pilotos consecutivo antes de abandonar la categoría. Todo pasa por las manos de Vandoorne, quien no quiere bajar la guardia en la última carrera que se celebrará en Seúl. “No puedo dar marcha atrás, no es como si pudiera aparecer y tomármelo con calma. Ese nunca es el caso en la Fórmula E, hemos visto algunos cambios bastante grandes en el pasado cada vez que te equivocas y el otro lo hace bien”, comentaba para Autosport.com.
Vandoorne consiguió una gran ventaja en Londres después del problema electrónico que sufrió Evans durante la carrera del domingo, mientras que él conseguía el cuarto puesto. Cruzó la meta siete segundos por detrás de su compañero Nyck de Vries, pero el equipo intentó que le cediera esa tercera posición. El neerlandés no cedió.
“Veamos; quiero mantener al equipo enfocado. Quiero mantenerme enfocado. No puedo permitirme un error, como lo hice en la calificación del domingo en Londres. Y si solo pongo el coche en un buen espacio en la carrera, entonces sí, todo debería estar bien”, comentaba Vandoorne de cara a esas dos últimas citas del año.
El de Mercedes tuvo que remontar desde la decimotercera posición en la segunda carrera de Londres, siguiendo a su rival por el título. Le dio pena que acabara su carrera de esa forma. “En ese momento estaba siguiendo a Mitch todo el tiempo. Y luego, para ser honesto, estábamos teniendo una carrera agresiva, estábamos haciendo movimientos audaces, presionándolo bastante”.
“Así que en realidad fue una carrera agradable entre nosotros, digamos, sentí que estábamos conduciendo por el campeonato en ese momento. Fue bastante divertido, en realidad. Pero sí, lo siento por él. También estaba teniendo una carrera increíble. Y sí, se merece algo mejor”, comentaba sobre esa lucha con Evans en Londres.
