Carlos Sainz, Stephane Peterhansel y Mattias Ekström ya conocen su máquina para afrontar el segundo Dakar de Audi. Es más ligero, más aerodinámico y más eficiente.
Los alemanes debutaron en el rally más duro del mundo el pasado mes de enero, pero sin apenas rodaje. Durante esta temporada disputaron un rally por el desierto de Abu Dabi, el cual ganaron. El innovador prototipo se presenta significativamente mejorado para el Rally de Marruecos de 2022 y el Rally Dakar de 2023.
La carrocería es totalmente nueva y presenta una aerodinámica mejorada. Se ha reducido el peso del coche, les lastró durante el Dakar 2022, y el centro de gravedad del prototipo. Las nuevas estrategias operativas mejoran la eficiencia de la transmisión eléctrica. En el interior y al cambiar las ruedas, el conductor y el copiloto se benefician de una operación más sencilla.
El RS Q e-tron E2 deja atrás los guardabarros que estaban detrás de las ruedas delanteras y formaba la transición a la puerta. Como resultado, los diseñadores ahorraron más peso y optimizaron el flujo de aire. “El aspecto aerodinámico tampoco debe subestimarse en los rallyes en el desierto”, dice Axel Löffler, diseñador jefe del coche.
Es cierto que las nuevas dimensiones de la cabina significan que el cuerpo tiene una sección transversal más grande y, por lo tanto, menos favorable. Sin embargo, fue posible reducir la resistencia aerodinámica general en alrededor de un 15 por ciento. Esto no cambia la velocidad máxima. Queda limitado a 170 km/h en la normativa.
Audi ganó varias carreras durante la pasada edición del Dakar. El objetivo era esa, además de aprender. Carlos Sainz, que volverá a repetir junto a Lucas Cruz a sus 60 años, dice: “En el Dakar de 2023, nuestros rivales lo van a tener difícil”. Los alemanes se marcan como objetivo estar en el podio y añaden “ya veremos la posición”.
