La decisión que marcó el desenlace en Zandvoort

Afición neerlandesa animando a Max Verstappen (Fuente | Getty Images)

El Gran Premio de Países Bajos se ha caracterizado por una gran variedad estratégica generalizada en la parrilla. Y por la reaparición del tercer equipo en rendimiento y vigente campeón del Campeonato de Constructores, Mercedes. Los germanos resurgieron cual Ave Fénix tras un Gran Premio de Bélgica en el que se les vio algo desdibujados

Mercedes, realmente, tenía los medios para plantar cara a Max Verstappen. Tras el Safety Car provocado por la rotura de Valtteri Bottas en la vuelta 55 y una parada de Max para poner un neumático blando nuevo, los alemanes decidieron parar en boxes a George Russell dejando a Lewis Hamilton fuera, a merced del neerlandés. La relanzada no fue la mejor por parte del inglés y Verstappen pasó a ocupar la primera posición, Lewis cayó hasta el cuarto lugar al pasar por la bandera de cuadros.

Christian Horner declaró al medio Motorsport.com que estaba realmente sorprendido con la actuación de los estrategas de Mercedes. “Estaba muy sorprendido por que no dejaran a Russell fuera de forma estratégica como guardaespaldas de Lewis. Cuando él paró (en referencia a George), propició una lucha directa entre Max y Lewis con diferencia entre sus neumáticos. Cuando pasaron por el muro de ingenieros, Max estaba paralelo a Lewis, y después fue cuestión de controlar la carrera”.

Christian Horner en el muro de Red Bull (Fuente | Getty Images)

La decisión estratégica de parar en boxes no fue fácil. Ante la posibilidad de una detención de los Mercedes y una desventaja abismal en lo que a gomas se refiere, Red Bull apostó por entrar a cambiar ruedas. “Mi mayor preocupación era que se produjera un “dos contra uno”, pero cuando George decidió parar propició una batalla entre Max y Lewis”.

Verstappen consiguió ganar en su país por segundo año consecutivo, y la distancia con sus perseguidores asciende a 109 puntos tras esta carrera. Él mismo creía que no podría aguantar mucho más con ese duro, y quién sabe que hubiera ocurrido si desde Red Bull no hubieran parado al neerlandés.