X-raid competirá en el próximo Dakar 2023 con dos MINI John Cooper Works Plus en la categoría T1+. El objetivo es desafiar a Toyota y Audi, los dos favoritos para llevarse esta edición del Rally.
Este nuevo coche funciona con combustible HVO de segunda generación. El biodiesel está hecho de grasas vegetales usadas y botellas de plástico. Junto con el combustible HVO, X-raid logra así un enorme ahorro de CO2.
MINI se ha basado en el MINI JCW Rally con el que Carlos Sainz consiguió su tercer y último Dakar. Su mayor característica es la tracción total, conservando la apariencia típica de MINI en muchas áreas. La parte delantera del coche es algo más larga y ancha, al igual que una distancia más larga entre ejes y mayor recorrido de suspensión. Los ingenieros han podido optimizar la aerodinámica, lo que mejora la refrigeración de los frenos y los amortiguadores.
Lo importante de este proyecto es ver como evoluciona a lo largo de los días. Sus pilotos serán Kuba Przygonski, acompañado de Armand Monleón como copiloto. “Iremos al Dakar 2023 con un nuevo Mini T1+. Es completamente nuevo con ruedas más grandes, una nueva configuración de suspensión, todo es diferente. Tenemos muchas ganas de que llegue el Dakar porque será nuestra primera vez con este coche y podremos ver su potencial en comparación con los demás”.
El segundo piloto es Sebastian Halpern junto a Ronnie Graue. Estos harán el segundo Dakar juntos tras un año 2022 junto a Toyota, con el que no pudieron acabar por diferentes problemas. “En Marruecos corrimos con el Buggy, pero no teníamos chances de pelear bajo el reglamento actual. Esperamos tener muy pronto el T1+ para poder pelear de otra manera”, comentaba Halpern sobre este nuevo reto.
