Audi Sport ha estado en estos últimos días en Arabia Saudí para estudiar todos los problemas que tuvieron en la anterior edición del Dakar y, por supuesto, solucionarlos de cara a la siguiente edición.
Mattias Ekström, Stéphane Peterhansel y Carlos Sainz viajaron hasta el desierto saudí, donde se encontraron temperaturas de 42ºC y también fuertes vientos. La prueba resultó ser un éxito con 2.568 kilómetros completados, se recopilaron un montón de datos que pasarán a ser analizados para terminar con los problemas que tuvo el RS Q e-tron durante el Dakar 2023.
El equipo alemán subió al podio en 14 etapas de 15. Un resultado increíble, pero salieron pronto de la lucha por la victoria general. “Ahora tenemos que encontrar soluciones. Nuestra prueba planificada sistemáticamente fue el siguiente paso importante en este camino después del análisis teórico”, comentó Rolf Michl, director de Audi Motorsport, sobre el objetivo de estas pruebas.
Audi se trasladó a una zona donde encontró pistas de alta velocidad con grava y arena. Se recorrieron unos 110 kilómetros por terrenos pedregosos, con la atención puesta en la fiabilidad. Los amortiguadores han sido exigidos al máximo, ya que el chasis debe comportarse de manera fiable y eficiente.
“Pudimos reproducir fallas en los neumáticos durante las tandas, lo cual es agradable porque nos permite analizar muy bien las condiciones y circunstancias que nos causaron dolores de cabeza en enero”, admitía Sven Quandt, director del equipo Q Motorsport. “Todavía no hemos encontrado una solución al cien por cien, pero la prueba fue valiosa y estamos en el camino correcto”, dijo.
La otra gran noticia es que Sainz volvió al coche tras su lesión después del fuerte accidente del Dakar junto a Lucas Cruz. No estuvo presente Edouard Boulanger, copiloto de Peterhansel que también sufrió lesiones en Arabia Saudí. “Fue la decisión correcta no volver a utilizar al copiloto habitual de Stéphane después de sus lesiones en enero. Las pistas de prueba eran físicamente muy exigentes”, cerraba Michl.
