El pasado miércoles se confirmó que el Gran Premio de la Emilia Romagna no se disputaría. Las fuertes precipitaciones y desbordamientos han provocado evacuaciones de la zona, además de muchos daños personales y materiales.
Parte del personal de los equipos ya estaba en el paddock, pero la competición no pudo obviar la situación de esta región italiano y decidió no seguir adelante con el evento. De esta manera, algunos miembros y pilotos como Nyck de Vries quedaron atrapados en Imola. Con el corte de las carreteras por las inundaciones, el neerlandés no pudo llegar al hotel y fue hospedado por un miembro de McLaren.
El piloto neerlandés ha publicado en su cuenta de Instagram como intentó salir de la zona para llegar a la fábrica del equipo AlphaTauri, ubicada en Faenza. “Martes por la noche, 23:30h, de camino a Faenza antes de un día de marketing en la fábrica SAT el miércoles. Llueve intensamente, Faenza ya está inundada y soy incapaz de llegar a mi hotel”, escribía el Campeón del Mundo de Fórmula E.
De Vries tuvo la suerte de encontrarse con un miembro de otro equipo de la parrilla. “Volver a la autopista tampoco es una opción. Atrapado en un pueblecito con un hotel totalmente lleno. Por suerte, McLaren se había quedado tirado allí. Frazer —conocido en el equipo de Woking por encargarse del gato delantero en las paradas en boxes— tuvo la amabilidad de cederme su habitación”.
Ese hotel que había colgado el cartel de “completo” de cara al Gran Premio de Emilia Romagna se convirtió en un refugio para todos los damnificados. “A la mañana siguiente, el vestíbulo del hotel se convirtió en un refugio de emergencia para las personas que se vieron obligadas a escapar de sus casas durante la noche”.
El piloto se arriesgó a volver a casa por carretera y recibió más ayuda por parte de los lugareños. “Tras el anuncio de la F1, sólo vi una opción para volver a casa: pasar por Florencia. Después de un aventurado viaje por las montañas, gracias a la ayuda de la población local y de las autoridades de distintos pueblos, por fin llegué a casa sano y salvo. Gracias a todas y cada una de las personas que tuvieron la amabilidad de ayudarme”.
