Pirelli quiere recuperar la normalidad en Mónaco, después de que la Fórmula 1 cancelara el Gran Premio de Emilia Romagna por las fuertes lluvias e inundaciones.
La marca italiana lleva al Principado la gama más blanda de neumáticos. Como bien sabemos, esta pista tiene poco agarre al un trazado urbano, al mismo tiempo que la degradación será alta. El compuesto más blando tendrá un gran nivel de adherencia en lo que respecta a tracción, pero el agarre mecánico es limitado.
Sin lluvias, la carrera se podría desarrollar a una parada, pero la previsión meteorológica dice que las precipitaciones serán constantes durante todo el fin de semana. Por lo tanto, Pirelli podrá por fin estrenar sus nuevos neumáticos de lluvia, que estaban listos para Imola.
Mario Isola sigue consternado por lo ocurrido en las últimas semanas en Emilia Romagna. “Debería haber sido la segunda carrera de un triplete europeo, pero va a ser la primera debido a la cancelación de Imola. Esas imágenes de devastación aún están frescas en nuestras mentes y queremos expresar nuestra solidaridad una vez más con las familias de las víctimas, así como con todos aquellos que han sufrido pérdidas tan grandes”, decía en el previo de Pirelli.
Pirelli trabaja todo listo para sacar adelante uno de los Grandes Premios más icónicos del deporte. “Las características de este circuito único lo convierten en un verdadero circuito único que a menudo ha dado sorpresas. Ninguna otra pista puede permitir que un piloto compense las deficiencias técnicas de su automóvil de la misma manera, y solo un incidente puede cambiar las cosas por completo”.
La goma más blanda será la protagonista del fin de semana, ya que la clasificación es clave. “La dificultad de adelantar a veces puede restarle valor al espectáculo de la carrera. Eso solo hace que la calificación del sábado sea aún más emocionante, ya que la posición en la parrilla asume una importancia particular para el resultado final del domingo”.
Y la pista no puede mantener la goma porque el tráfico vuelve a la normalidad durante la noche. “Una de las peculiaridades de Mónaco es el hecho de que la pista se abre al tráfico normal todas las noches. Lo que significa que es muy difícil que se acumule caucho en la línea de carrera, lo que hace que la superficie sea aún más resbaladiza”, concluía Isola.
