Ferrari sale de las 6 Horas de Fuji, por segundo año consecutivo, con un resultado bastante malo. Un coche de seguridad final arruinó las opciones de quedar en el TOP 5, pero el ritmo del 499P era bastante pobre.
Los italianos apenas tendrán opciones de conseguir el título en la última cita que se celebrará en Baréin. El error de Robert Kubica al inicio de la carrera a bordo del AF Corse #83 dejó sin opciones al #51, ya que le provocó muchos daños en la parte trasera y finalmente tuvo que abandonar. El #50 de Miguel Molina, Nicklas Nielsen y Antonio Fuoco llegó a liderar la carrera, pero todo se fue al traste.
“El #83 se bloqueó los neumáticos y en la colisión el #51 sufrió varios daños, especialmente en la parte inferior del lado derecho, por lo que nos limitamos a reemplazar la carrocería delantera y trasera para no perder demasiado tiempo en boxes, también porque era un daño importante”, comentaba en Ferdinando Cannizzo, gerente de las carreras de Resistencia en Ferrari, sobre lo ocurrido con uno de sus coches.
Por lo tanto, el #51 no volvió a ser el mismo y los pilotos tuvieron que esforzarse al máximo. Tuvieron también un problema electrónico en el sistema de control de potencia que, de momento, no se sabe si está relacionado con el accidente. Más tarde perdieron el control del MGU. “Aunque la carrera podría haber continuado con seguridad, el rendimiento ya se había visto afectado, por lo que se tomó la decisión de no continuar”.
Toda la atención se centró en el #50, pero un coche de seguridad final arruinó todas sus opciones. Fueron superados por Alpine, JOTA e incluso los dos Peugeot. “Incluso en condiciones similares a las demás, al inicio de la carrera nos fue imposible mantener el ritmo y esto es lo que sucedió al final, cuando todos seguían la misma estrategia. Lo positivo es que la estrategia adoptada fue excelente. Con el #50 incluso tomamos la delantera durante varias vueltas a pesar del ritmo que pudimos mantener y lo considero un muy buen resultado”.
Cannizzo cree que el cuarto puesto hubiera sido posible sin esa interrupción. “Cuando tienes un rendimiento deficiente, no hay mucho más que hacer excepto intentar una buena estrategia. Mientras la carrera fuera suave y sin interrupciones, funcionaba muy bien. Sin ritmo, lo único que se podía hacer era trabajar en la longitud de los stints y poner neumáticos nuevos cuando los demás llevaban usados”.
Ferrari recupera la segunda posición en el Mundial con 115 puntos, frente a los 150 que ya suma Porsche tras conseguir la victoria. “Matemáticamente todavía estamos en el juego, pero debemos admitir que es muy difícil. Desafortunadamente, esta es la situación, tanto entre los pilotos y en el Campeonato de Constructores. Esta carrera acabó con la mayoría de nuestras posibilidades de título. Sin duda intentaremos realizar el milagro y no nos rendiremos mientras estemos en el juego”.