La sede del equipo de la IndyCar está situada a las afueras de Indianápolis. El pasado 18 de septiembre, el FBI entró a las instalaciones. Desde Rahal Letterman Lanigan Racing aseguran que están colaborando con las autoridades.
El FBI no dio detalles de la operación, tan solo se filtró que al personal del equipo se le pidió alejarse de los ordenadores y otros dispositivos electrónicos. El medio Indy Star recibió información de John Stehr, alcalde de Zionsville, quien dijo las siguientes palabras. “El FBI nos pidió ayuda esta mañana, mientras cumplían una orden de registro en la sede de Rahal Letterman Lanigan. Nuestros agentes permanecieron fuera, mientras los agentes del FBI entraban en el edificio”.
Desde Rahal Letterman Lanigan Racing tan solo se limitaron a emitir el siguiente comunicado. “Estamos cooperando plenamente con los investigadores. Dado que se trata de una investigación en curso, estamos limitados en cuanto a la información que podemos compartir en este momento, pero tenemos la intención de proporcionar noticias adicionales tan pronto como podamos”.
Más tarde se comentó que la investigación viene por una denuncia sobre una infracción de la legislación sobre propiedad intelectual. Por lo visto, un empleado de alto nivel técnico que el equipo fichó de Andretti Global habría llegado con “secretos” bajo el brazo. Al parecer, el FBI también visitó el pasado mes al equipo Andretti en busca de pruebas sobre posibles irregularidades relacionadas con la propiedad intelectual, pero el equipo no ha querido efectuar comentarios.