Durante el decimoctavo programa de MotorTime en Onda Polígono tuvimos la oportunidad de charlar con Antonio de la Cruz. Se define como maestro, escritor, actor, profesor de Oratoria, profesor de doblaje, director de teatro y productor de audiolibros, pero, sobre todo, un apasionado de la Fórmula 1 y de la magia de Fernando Alonso. Es el autor de ‘El impacto en la F1 de ‘Drive To Survive’’.
PREGUTNA. Bueno Antonio, en primer lugar, cuéntanos algo más de ti, qué te enamoró de la Fórmula 1 y qué te motivó a escribir este libro.
RESPUESTA. Como tantos niños españoles de mi generación. En ese periodo 2004, 2005, 2006 en el que aparece un español en la Fórmula 1, además que iba consiguiendo cosas, eso de que se retransmitiera a la hora de comer y en una televisión pública ayudó un montón. Fernando Alonso fue el que hizo que uno se metiera en este mundo. Fue sin duda lo que me enamoró.
Primero, me gustan mucho las series, la televisión, el cine… conozco cómo funciona esto y me gustaba la Fórmula 1. Era como una unión muy natural que me salía esa reflexión y ese pequeño análisis. Y porque no hay literatura en castellano, prácticamente, de Fórmula 1, si te sales del libro de Lobato, la traducción de libro de Adrian Newey, ahora últimamente el libro de Víctor Abad. En inglés todo lo que tu quieras, pero en español nada. Como que me motivó a lanzarme y decir ‘mira, yo comparto lo que se y al que le guste y lo disfrute pues bienvenido será’.
P. No queremos hacer muchos spoilers del libro, que está disponible en Amazon, pero te centras un poco en el objetivo que buscaba y busca la Fórmula 1 con esta serie. Por ejemplo, el rejuvenecimiento de la audiencia, ¿verdad?
R. Totalmente. El libro también está en todas las plataformas de audiolibros que te puedas imaginar. Y tuve la suerte de contar para el libro con testimonios de Miguel Portillo, Diego Mejía, se ha incorporado Xavier Marcos, que fue ingeniero de Charles Leclerc durante muchos años y también tuiteros conocidos.
Entre todos íbamos llegando a la misma conclusión que es todo lo bueno y malo que ha aportado la serie, pero el rejuvenecimiento de la Fórmula 1 gracias a la serie es indiscutible. Además, en el libro aporto datos y gráficos que así lo respaldan y lo defienden. Es más que evidente y también de mujeres, que me parece un dato más que revelador e importante.
P. Siempre, la Fórmula 1 ha sido un deporte exclusivo, muy técnico que a mucha gente no le interesa precisamente por eso. ‘Drive To Survive’ se ha centrado en llamar la atención al nuevo aficionado por las emociones de los protagonistas, ya sean pilotos o jefes de equipo, ¿cierto?
R. Si miras la carrera del último fin de semana —Gran Premio de Singapur 2024—, se la pones a alguien que no ha visto nada y dice ‘pues vaya tostón me estoy comiendo aquí porque el que iba primero ha acabado primero por paliza, el que iba segundo ha acabado segundo por paliza y el resto un trenecito’. Luego cuando escarbas, por supuesto, y entiendes qué es un undercut, como funcionan las estrategias, porqué la degradación tienen que controlarla… ese tipo de cosas… Si ves la riqueza que hay más allá, sobre todo en carreras más complicadas como la del otro día.
Como dijo Miguel Portillo en su testimonio, «‘Drive To Survive’ ha convertido a los personajes en protagonistas». Los que son del día a día son un personaje como de cualquier otra serie. Cuando tu entiendes las motivaciones, lo que hay detrás y todo lo que implica ser decimoséptimo o ser décimo lo valoras mucho y lo disfrutas más.
P. En el libro comentas que Netflix ha cambiado lo que significa ser aficionado de la Fórmula 1 ¿Cómo definirías tu al aficionado actual del Gran Circo?
R. Dos vertientes como muy marcadas. El aficionado de toda la vida que le da exactamente igual la ropa que se haya puesto Hamilton o el perrito de Leclerc… Le da igual porque viene a ver el deporte y va a seguir ahí pase lo que pase. Luego es verdad y hay que aceptarlo porque ahí que adaptarse a la nueva realidad de lo que es.
No es nada malo. Hay mucha gente que viene porque Norris es guapísimo y además está ganando ahora y está ganando al villano de Verstsappen que dice palabrotas en las ruedas de prensa. Hay una narrativa detrás de todo esto y, para mí, lo bueno es que nadie te obliga a que te guste una cosa u otro. Bienvenidos todos y ojalá se quedan cuando vean que una temporada no es todos esos momentos brillantes de adelantamientos que te ponen en la serie. Siendo un poco egoístas, benefician a la competición.
P. La serie también ha servido para llamar la atención de muchos países que apenas antes la miraban, como Estados Unidos, por ejemplo… Que ahora mismo tiene tres Grandes Premios y hace apenas unos años no tenían nada. También, la Fórmula 1 se ha expandido a otros territorios y los que vienen, como el Gran Premio de Madrid. Quizás esto podría crear un problema para los circuitos históricos… ¿Cómo ves esta expansión en este sentido: circuitos nuevos vs tradicionales?
R. Hago también un pequeño spoiler de unas declaraciones de Xavi Marcos. Él tiene un punto de vista desde dentro que nosotros no podemos tener. Dice que la expansión en Estados Unidos ha sido tal y que hay equipos que han tenido que cambiar de hotel que han pasado de valer una cosa económica a precios desorbitados.
Fíjate hasta qué punto afecta que una serie se haga popular y acabe teniendo puesto tres circuitos en Estados Unidos. Como en casi todo en esta vida, el equilibrio es la clave. A mí no me disgusta en absoluto que haya circuitos urbanos porque tiene cierta emoción o haya circuitos más típicos. Incluso circuitos donde los límites de pista sean importantes. A mí me gusta que en ese fin de semana en concreto los pilotos deben estar atentos de eso, como en Mónaco están atentos de los muros. Siempre y cuando se consiga un equilibrio, incluso alternando, creo que es lo bonito. Un poco de todo.
P. Hasta ahora lo bonito, pero la serie también tiene cosas negativas. Bajo tu punto de vista, ¿es necesario crear tanta dramatización en la narrativa? Ponen sobre la mesa tensiones entre pilotos que no existen. La más sonada, entre Lando Norris y Carlos Sainz en su época con McLaren.
R. Es el fino límite siempre entre donde acaba la ficción y donde empieza la realidad. Es un docureality al fin y al cabo, no hay que olvidarlo, aunque esté en formato serie muy espectacular están contando cosas que han pasado en la vida real. Bueno, pues como todo, si yo te saco este extracto chiquitito puede parecer una cosa, pero con el contexto completo la historia cambia.
Al final el límite lo van a marcar los equipos y los propios protagonistas como son los pilotos o los jefes de equipo o quien sea. Si las llamas de Gené Haas a Guenther Steiner le tenía frito, salían en todos los capítulos. Si ahí que decir que estos dos se chocaron y ni si quiera fue en esa carrera está visto que se hace. Yo prefiero que se sea lo más sincero porque además creo que no hace falta. Si la realidad ya crea suficiente intriga para que sea interesante, eso de manipular nunca me ha gustado. No solo con esto, sino con nada.
P. En el libro dejas caer la posibilidad de que la propia Fórmula 1 pueda dejar de lado lo deportivo para seguir la línea de Drive To Survive. ¿Crees que la Fórmula 1, en el día a día, ya ha dejado de lado lo deportivo y se centra en el drama? Un claro ejemplo lo podemos tener en la salida de Logan Sargeant o en el adiós de Daniel Ricciardo en Singapur.
R. Creo que sí, pero estoy convencido de que los equipos es un factor más que tienen en cuenta. Va a primar lo deportivo, pero sí que creo que en condiciones en lo que lo deportivo esté medianamente igualado, un factor decisivo clave más, como puede ser los patrocinadores que lleve cada piloto, estoy convencido de que puede ser hasta qué punto es marketing, hasta que punto es un personaje, hasta que punto puede crear narrativa, historias…
Lo vimos en el cambio de Nyck de Vries a las diez carreras con Ricciardo, siendo quien es Ricciardo, quizás no ocurre tan pronto. A Sargeant le han dado 36 carreras y a De Vries le dieron diez. Es un factor que está ahí, estoy convencido. ¿Cuánto peso tiene? Que cada uno opine.
P. Y las emociones y el drama generan otro debate. ¿Serán los pilotos escogidos en base a la popularidad que tengan en redes? Anda que no se habla ahora de Williams con la llegada de Franco Colapinto al equipo.
R. Una pena que Colapinto haya encontrado comunity manager porque me lo estaba pasando muy bien (risas). Como curiosidad diré que, en el libro, días antes de que ocurriera nada con Sargeant, con Williams, con Colapinto… Pongo un ejemplo diciendo que Isack Hadjar era primero en la Fórmula 2 en ese momento y Colapinto estaba sexto en la clasificación. Digo ‘quien sabe si se tendrá en cuenta que Colapinto tiene 500.000 seguidores en Instagram y Hadjar solo tiene 60.000’. A los diez días se va Sargeant fuera y Colapinto. Es la realidad y estoy convencido de que se tendrá en cuenta.
P. Centrándose en las emociones y el drama… ¿Crees que los aficionados más puristas se desenamorarán del deporte? ¿Se puede encontrar un equilibrio?
R. Desenamorar creo que no porque hace falta mucho más que eso, que una molestia o que una nueva incorporación que no te haga tanta gracia te puede echar de. Nada más hay que entrar en las redes sociales para ver el descontento general que hay con gente que no conoce el deporte y comentarios de ‘ay cómo van a hacer que George Russell que se va a desmayar’. Es un deporte de élite, de altísimo rendimiento y de condiciones al límite. Por eso cobran lo que cobran y son tan buenos.
No te puedes escandalizar porque el muchacho salga sudado y deshidratado. Es parte de la magia, al fin y al cabo. Es una molestia las cosas como son, para aquel que lleve toda la vida, pero es como si vas a tu pizzería de siempre, te pides lo de siempre, pero ahora el pizzero te pone una hoja de albahaca encima. A ti no te gusta, la quitas, la obvias y sigues comiendo la pizza. Son cambios, hay que adaptarse, ser un poco tolerante. Quizás esa gente con el tiempo, se enamora de lo mismo que tú.
P. En el libro también hablas de tu propia experiencia con la Fórmula 1 a partir de ‘Drive To Survive’. Sin hacer mucho spoiler… ¿Es lo que te mantiene enganchado? ¿Habrías dejado de verla estos años con ese Red Bull tan dominante?
R. Hombre, si Red Bull me hace lo que me ha hecho Mercedes durante siete u ocho años, con dominancia absoluta… a mí me hubiese aburrido. Hay gente que lo ve natural y me parece fantástico, pero un poco de emoción se agradece. Por suerte la hemos tenido porque la dominancia de Red Bull ha durado un año y medio, dos años. A mí ‘Drive To Survive’, no tengo ningún problema en decirlo, a mi me ha hecho revivir una pasión desde un punto de vista nuevo y distinto. Me ha servido también de resumen de lo que me he estado perdiendo. Está todo que da gusto ahora.
P. Esto es una pregunta más personal, que hemos hecho a todos los compañeros de la web que han pasado por la el programa y tu no ibas a ser menos. En una parte del libro mencionas el formato al Sprint. ¿Qué opinas? ¿Te gusta cómo aficionado?
R. A ver… gustar como gustar, no. Suele ser más aburrido porque nadie quiere arriesgar por lo que se puede perder después. Hemos escuchado a Fernando Alonso muchas veces que se los toma como un entrenamiento. ¿Es más entretenido que unos Libres 3? Que yo me los como todos, probablemente lo sea y de más espectáculo. Como concepto lo entiendo, salvo el de Brasil, casi todas las carreras sprint son raras. Cuando vi que se ampliaba el calendario de cuatro a seis carreras, dije ‘ostras es una de cada cuatro carreras’. Pensé que era una barbaridad.
En mi mente llegué a una conclusión de como haría yo las Sprint y yo pondría a los pilotos reserva. Y tendríamos esa oportunidad de ver a los Vesti, Schumacher, Drugovich… que están ahí sentados. Daría un poco de frescura e interés extra. Sentido, sentido, me cuesta encontrárselo.