La organización de IndyCar ha anunciado la incorporación de neumáticos blandos para la última carrera de la temporada en Nashville. Los neumáticos más blandos pretenden dar mayor variedad de opciones, estrategias y elecciones para equipos y pilotos.
Además, también se han actualizado las normas para el uso de la asignación de neumáticos del fin de semana. Cada piloto dispondrá de seis juegos de neumáticos duros y cuatro juegos de neumáticos blandos. No habrá restricciones en entrenamientos y clasificación, mientras que en la carrera se deberá utilizar, como mínimo, dos juegos de blandos y uno de duros, en el orden que sea.
Esta es la segunda vez que se utilizarán estos neumáticos blandos en un óvalo, tras el exitoso debut en la Bommarito 500 de 2023. “Firestone ha hecho un trabajo fenomenal con este formato ampliado”, asegura el presidente de IndyCar, Jay Frye. “Será interesante observar cómo se desarrollan las diferentes estrategias. Esperamos una carrera increíble para el cierre de temporada en el Nashville Superspeedway”.
El equipo de ingenieros de Firestone ha trabajado duro para adaptar este neumático blando a un circuito como el de Nashville. “El objetivo de este compuesto es tener un desgaste y una degradación significativa, hasta el punto de que las estrategias de parada en boxes del equipo podrían cambiar, ya que los neumáticos pueden desgastarse antes del final de un período de combustible. También están diseñados para los diferentes niveles de agarre de los dos tipos de neumáticos para ayudar a crear más oportunidades de adelantamiento”, afirma la directora ejecutiva de Firestone, Cara Krstolic.
Los pilotos y sus equipos deberán gestionar estos juegos a lo largo del fin de semana para que la carrera no se vea comprometida. Sobre todo, los dos contendientes al título: Alex Palou y Will Power. El español, que llega con 33 puntos de ventaja sobre Power, busca su tercer campeonato de IndyCar y segundo consecutivo. Si lo consigue, reafirmaría un dominio pocas veces visto en esta categoría. Para ello, deberá superar el último obstáculo del Nashville Superspeedway.