La Fórmula 1 cerrará este fin de semana su gira europea con el Gran Premio de Azerbaiyán, que tendrá lugar en las calles de su capital, Bakú. Tradicionalmente, esta carrera se había disputado al inicio de la temporada. La incorporación del GP de Miami y la celebración del GP de Japón en abril han llevado a que Azerbaiyán inaugure el último tercio del campeonato.
Este circuito urbano es uno de los trazados más desafiantes del calendario de Fórmula 1. Con una longitud de 6.003 km, se caracteriza por ser uno de los más largos y por su combinación única de rectas rápidas y curvas reviradas. La carrera consta de 51 vueltas, cubriendo un total de 306 km, con 20 curvas en total. Azerbaiyán debutó en la Fórmula 1 en 2016 y desde entonces, ha sido una parada fija en el calendario, con la única excepción de 2020 debido a la pandemia.
Este circuito urbano se divide en tres sectores bien diferenciados. El primer sector destaca por sus largas rectas y curvas rápidas, donde los coches pueden superar los 370 km/h. Lo que lo convierte en uno de los puntos más rápidos del campeonato. Es un área clave para los adelantamientos. En contraste, el segundo sector transcurre por la parte antigua de la ciudad, con calles estrechas y zonas de difícil maniobrabilidad. Aquí nos encontramos con la famosa curva ocho, una de las más estrechas del calendario con solo siete metros de ancho. El tercer sector consiste en una única curva que da paso a una recta de más de 2,2 km, donde el DRS y la velocidad juegan un papel clave en los adelantamientos.
Como circuito urbano, el agarre mejora durante el fin de semana debido al depósito de goma en el asfalto. Es una ciudad con mucho viento, lo que puede influir en el comportamiento de los coches, especialmente en las zonas de alta velocidad. El circuito de Azerbaiyán representa un verdadero desafío para los ingenieros a la hora de ajustar el coche. Con rectas que superan el kilómetro de longitud y sectores que requieren una alta carga aerodinámica, deben encontrar la configuración óptima para lograr un equilibrio que les permita ser competitivos en todas las áreas del trazado.
Pirelli ha vuelto a optar por la gama de neumáticos más blanda, como en años anteriores: C3, C4 y C5. Se anticipa una estrategia de una sola parada, con el neumático duro como principal protagonista. Este es el primer año en que la carrera se disputa en septiembre, por lo que las altas temperaturas previstas jugarán un papel crucial, a diferencia de los años anteriores, cuando se celebraba en abril bajo condiciones climáticas más suaves.
En los ocho años que Bakú ha sido sede de un Gran Premio, Sergio Pérez ha sido el único piloto capaz de repetir victoria, en 2021 y 2023. Este dato es relevante, ya que Red Bull necesitará que Checo vuelva a estar al frente para mantener su liderazgo en el campeonato de constructores. McLaren llega a Bakú como el principal favorito, con la intención de seguir recortando puntos a Max Verstappen. Por su parte, Ferrari afronta este Gran Premio con la moral en alto tras su victoria en Monza, en un circuito donde históricamente han sido competitivos.
Charles Leclerc ha logrado las últimas tres Poles en Bakú, en 2021, 2022 y 2023. Este fin de semana podríamos ver de nuevo a tres equipos en la lucha por la victoria. Con la expectativa de que Mercedes se una a la contienda. Junto con Red Bull, son los equipos que más veces han subido al podio en Bakú, con seis ocasiones cada uno.