Red Bull decidió mantener a Sergio Pérez a pesar de sus malos resultados en la primera parte de la temporada. El mexicano insiste en que no ha estado preocupado pese a los rumores.
Pérez ha estado en el punto de mira toda la temporada. Max Verstappen ha conseguido siete victorias y él es el único piloto de los siete primeros clasificados que no ha subido a lo más alto del podio. Los pocos puntos que ha cosechado, a diferencia del resto de pilotos de la zona alta, ponen contra la espada y la pared a Red Bull, a punto de perder el liderato del Mundial de Constructores con McLaren.
El de Guadalajara no se pone como objetivo ganar carreras en lo que resta de temporada. “Prefiero que Max tenga un margen mayor y gane, porque eso es bueno para el campeonato de constructores. Pero tenemos mucho trabajo por hacer para solucionar este problema –el comportamiento del Red Bull RB20– y esperamos que las próximas carreras puedan ser mejores para nosotros”, comentaba en una entrevista para The Thimes.
Pérez renovó este verano con Red Bull hasta finales de 2026. Ya avisó que será su último equipo. “Sé que me estoy acercando al final de mi carrera”, comentaba el piloto de 34 años sobre su futuro. Una de las complicaciones que tiene la Fórmula 1 para, no solo los pilotos, es la vida familiar. Checo sabe que el momento de centrarse en su familia llegará. “Es muy duro compaginar el ser piloto de F1 y tener vida familiar, pero vale la pena. He luchado toda la vida para estar aquí, pero no quiero seguir así mucho tiempo”.
“Llegará un momento, no sé cuándo, en que diré que ya no quiero vivir estando lejos de mi familia todo el tiempo”. Si Pérez quisiera, como bien han hecho Lewis Hamilton o Fernando Alonso, podría seguir muchos más años en la Fórmula 1. Ahora bien, sus últimos años con Red Bull han dejado muchas dudas, pero insiste en que pueden llegar grandes cosas. “Antes de que nos despidamos espero ofrecerles algunas coronas más”, concluía.