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Mitch Evans ha igualado las 13 victorias en Fórmula E de Sébastien Buemi y Lucas Di Grassi tras ganar en São Paulo. El neozelandés ha remontado de la última posición a la primera en una carrera tremendamente caótica, en la que ha pasado de todo. Antonio Félix Da Costa y Taylor Barnard también han escapado del caos y han subido al podio.
La primera carrera con el Gen3 Evo iba a traer consigo un cambio radical en la forma de correr. Aunque el estilo de carrera pelotón se mantiene, el modo de ataque, con la introducción de la tracción a las cuatro ruedas, lo iba a cambiar todo.
Pascal Wehrlein ya dejó escapar la primera posición en la primera curva, dejando pasar a Oliver Rowland, quien iba a ser el nuevo líder de carrera. A partir de ahí, se empezó a hacer más trabajo de gestión, hasta que Nick Cassidy fue el primero en activar el modo de ataque. El neozelandés pasó de la undécima posición a la primera con la potencia extra y tras ello, se iban a ver muchas activaciones. Evans también ganó muchas posiciones.
Los Porsche fueron los siguientes en entrar para compensar las activaciones, con Da Costa por delante de Wehrlein incluso. Rowland adelantó a Cassidy de vuelta sin el modo de ataque y tenía una ventaja tan grande que la primera activación le salió prácticamente gratis. El británico estaba liderando la prueba, con Maximilian Günther detrás, pero la segunda activación lo iba a seguir cambiando todo.
Con la segunda activación, Da Costa se fue hacia delante, por delante incluso de Wehrlein, tras haber activado el modo de ataque una vuelta más tarde. Ese minuto extra más de potencia que tuvo le vino muy bien, aunque cuando entró Rowland, sabía que el británico iba a ir con todo.
No obstante, cuando Rowland tenía el modo de ataque activado, fue a por todas y llegó hasta Da Costa. En ese mismo instante, el coche de Jake Dennis, se quedó parado en medio de la pista por un problema mecánico y era inseguro. Por ese motivo y por puro protocolo, se sacó la bandera roja para poder retirar el monoplaza con total seguridad.
Eso iba a condicionar la carrera por completado, dado que los Jaguar y los McLaren aún tenían una activación pendiente y estaban ante una oportunidad tremenda para ganar muchas posiciones. De hecho, Norman Nato y los dos coches naranja papaya fueron sancionados con un ‘drive through’ previamente por exceso de potencia, pero se iban a volver a meter en carrera.
La FIA optó por hacer una salida en parado tras la bandera roja. Da Costa salía primero, pero al igual que en la primera vuelta, Rowland se metió por dentro y empezó a tirar como un loco para abrir el máximo hueco con Cassidy. El neozelandés no tardó en activar el modo de ataque y llegó hasta la segunda posición, dado que el piloto de Nissan abrió el hueco suficiente.
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Eso sí, al igual que los otros tres coches, también recibió un ‘drive through’ por exceso de potencia y esto dejaba a Cassidy primero, aunque el que tenía el modo de ataque esta vez era Evans. El neozelandés activó dos vueltas más tarde y en su último minuto, pudo superar a su compañero de equipo para liderar la carrera.
Los McLaren también avanzaron mucho y se pusieron sexto y séptimo, con Barnard, de hecho, adelantando en pista a Sam Bird. Con la carrera ya estabilizada, siguió habiendo mucha acción. Evans aguantó al frente, pero Da Costa se puso segundo tras adelantar a Cassidy y entre este último, Günther y Wehrlein se iba a dar una encarnizada lucha por la tercera plaza.
Los tres llegaron en paralelo en la chicane de la curva 5 y ninguno de ellos pudo salir. Primero Günther acabó contra el muro y luego, Cassidy, con el coche dañado, golpeó a Wehrlein y el alemán también quedó fuera de carrera con el coche volcado. Lo positivo es que Pascal pudo salir por su propio pie y sin problemas y obviamente, salió la segunda bandera roja de la jornada.
Visto todo el caos que estaba habiendo, la FIA optó esta vez por una salida lanzada y ya solo quedaban cuatro vueltas para el final. Evans tenía la ventaja, con Da Costa segundo y los dos McLaren tercero y cuarto, que habían aprovechado a la perfección todo el caos para meterse en posiciones de podio.
Ya adelantar era más difícil y Evans tapó muy bien todos los huecos a Da Costa para llevarse la victoria, la número 13 en Fórmula E. El neozelandés iguala los números de Buemi y Di Grassi y empata con ellos en primer lugar. Antonio acaba segundo y Barnard tercero, sumando su primer podio en la categoría eléctrica, en tan solo su cuarta carrera y primera como piloto oficial.
Bird fue cuarto, que no deja de ser un buen resultado para él y McLaren, y Edoardo Mortara fue quinto. Mahindra también aprovechó el caos para sumar buenos puntos, puesto que Nyck de Vries fue séptimo, con Nato intercalado entre ellos, sexto. Buemi acabó octavo, con Dan Ticktum noveno en el Cupra Kiro y Jean-Éric Vergne décimo en el DS Penske.
Tras un gran inicio de temporada en un circuito que siempre da espectáculo, la Fórmula E se prepara para un pequeño parón de cuatro semanas. La próxima cita ya será en el año nuevo, con una nueva visita a México, una pista completamente diferente, que supondrá otro test para este nuevo Gen3 Evo.