Mitch Evans ha reconocido que cuando empezó último en el ePrix de São Paulo, solo quería ver la bandera a cuadros. El neozelandés, a raíz de todos los problemas que tuvo el fin de semana, se conformaba con llegar al final y la victoria nunca estuvo en sus quinielas. Lo ejecutó todo bien y se llevó un triunfo saliendo desde la última posición, algo inédito en la Fórmula E.
Evans tuvo hasta la carrera un fin de semana lleno de problemas. No pudo clasificar después de que su coche se quedara parado nada más salir a pista y eso le obligó a salir último. Lo positivo de São Paulo es que la posición en pista no es tan importante y junto a una buena salida, clavó bien los modos de ataque. Antes de eso, reconoce que se conformaba con ver la bandera a cuadros.
“Una locura. Saliendo último esperaba solo ver la bandera a cuadros por todos los fallos que tuvimos en pista en los dos días. Eso me dejó sin hacer la clasificación y quitándome también unos Libres, así que había algo de preocupación ahí. Una vez que empezó la carrera, tocaba olvidarse de esto y todo fue bien”, ha comentado Evans.
“La salida cambió mi carrera porque puede meterme en el grupo medio. Me centré en optimizar la carrera todavía más y cuando la gente empezó a activar el modo de ataque vi todo lo que estaban progresando. Quería ser inteligente con ello y todo fue bien”, ha finalizado.
Evans ya perdió la victoria en São Paulo la temporada pasada en la penúltima curva ante Sam Bird. Esta vez cerró bien todas las puertas ante un Antonio Félix Da Costa que no dejó de presionarle desde la segunda resalida. Las tres carreras en Brasil hasta la fecha no se han decidido hasta el final y aunque para los pilotos sea algo caótico, para los aficionados es muy entretenido.
“Probablemente, pensé que todo había acabado en la última curva. La carrera fue impredecible y con Antonio en las últimas cuatro vueltas justo detrás, nunca sabes lo que puede pasar. Habría estado genial tener un final más calmado, pero lo logramos, y eso es lo que más importa”, ha finalizado.
