Kevin Magnussen y Nico Hülkenberg afrontan su última carrera con Haas. Los dos tienen motivos más que suficientes para estar agradecidos con el equipo estadounidense. El gran regalo para acabar con su relación será conseguir el sexto puesto en el Mundial de Constructores.
Magnussen llegó a Haas en 2017, consiguiendo su mejor resultado en un Mundial en 2018, noveno. Aunque perdió el asiento para la temporada 2021, meses después volvió, hasta ahora. “Creo que sería bueno darles a todos ese resultado”, explicó el piloto danés en unas declaraciones que recoge MotorsporWeek.com. “Como digo, para todos en el equipo, eso es algo importante. Significa mucho también económicamente. Se gana mucho dinero con esas posiciones. Ese dinero va a ayudar al equipo en el futuro”.
El próximo piloto de BMW M Motorsport reconoce que todo lo que sea ganar no motiva demasiado, pero se alegra por tener algo por lo que luchar en este final de temporada. “Es difícil tener confianza en ello, pero creo que es algo por lo que estoy muy motivado porque, si no, ¿por qué vamos a competir? Como dije nuevamente, no podemos ganar. Entonces, ¿qué estamos tratando de hacer aquí? Es genial, es divertido tener algo por lo que luchar. Es emocionante, al menos un poco”.
Hülkenberg regresó al Gran Circo gracias a Haas el pasado 2023. La temporada que viene tendrá un hueco en Sauber, que se convertirá en Audi a partir de 2026. Todo gracias a un gran año, sumando puntos vitales para Haas. “Creo que la motivación está ahí y es muy alta”, dijo el piloto alemán.
“Hemos crecido juntos y hemos construido algo muy bonito y genial juntos, y quiero terminar en lo más alto y fuerte. Voy a luchar en la carrera hasta el último momento, la última vuelta. Creo que todos en Haas lo merecemos y trabajaremos duro, pero los demás no nos lo van a dar, así que vamos a dar pelea e intentar recuperar el sexto puesto”, cerraba Hülkenberg. La diferencia con Alpine es de tan solo cinco puntos.