La relación entre los pilotos de Fórmula 1 y el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Mohamed Ben Sulayem, atraviesa un momento de gran tensión. Exigen mayor respeto y profesionalismo por parte del organismo, pidiendo ser tratados como «adultos» para poder expresarse libremente sin temor a represalias.
Desde que Ben Sulayem asumió la presidencia de la FIA a principios de 2022, se han implementado una serie de normas. Como la restricción del uso de joyas durante las competiciones, argumentando que podrían suponer un riesgo en caso de accidente. Otra de sus medidas es la imposición de trabajos comunitarios a los pilotos que utilicen lenguaje ofensivo o insultante, ya sea en ruedas de prensa o hacia los comisarios. Estas decisiones no han sido bien recibidas por los pilotos, quienes, a través de la GPDA (Asociación de Pilotos, presidida por George Russell), emitieron un comunicado en redes sociales criticando la gestión de Ben Sulayem.
La respuesta del presidente de la FIA no se hizo esperar, y fue tajante. «No es asunto de los pilotos cómo gobierna la FIA«. Russell ha solicitado más claridad a las nuevas medidas de la FIA, señalando una falta de coherencia en la gestión. «No sé qué pasa por su cabeza», expresó el británico refriéndose a Ben Sulayem. «Nos reunimos y le dije algo así como: ‘¿Qué sigue? ¿Qué será lo siguiente que se imponga?'». Y después de esto me sorprendió que, dos semanas después, ya hubiera una nueva medida. ¿Dónde termina esto?», se preguntó, reflejando su desconcierto ante los continuos cambios.
Russell se refiere a que pocas semanas antes del cierre de la temporada, la FIA experimentó una reestructuración interna. Con este cambio, el presidente Ben Sulayem adquirió más poder a la hora de tomar decisiones. El piloto británico trata de comprender esta nueva estructura de la FIA. «No sé exactamente qué implica este cambio en la gobernanza en términos de cumplimiento, pero parece ser algo bastante significativo».
Hace un llamamiento a Ben Sulayem para que explique con claridad sus metas y objetivos con respecto a la FIA. «Creo que sería genial que todos entendiéramos cuál es el objetivo de la FIA y que el presidente pudiera expresarnos su perspectiva, para que así podamos comprender mejor sus metas». La creciente tensión entre los pilotos y la FIA pone en evidencia una falta de comunicación y entendimiento mutuo, lo que genera incertidumbre sobre el rumbo que tomará la Fórmula 1 en los próximos años.