Una avería deja fuera de todas opciones a Eduard Pons y Jaume Betriu. Sufrieron un problema en la dirección del Taurus T3 Max, que les obligó a estar horas parado y completar la quinta Especial por la noche.
El Dakar no empezó nada bien para la pareja española. Primero, Pons pasó una gripe, mientras que los problemas mecánicos lastraban sus opciones. En la primera parte de la Maratón consiguió un séptimo puesto, aunque dos pinchazos le dejaron sin podio. Dirección a Ha’il llegó a rodar entre los cinco primeros, pero alrededor de los 100 kilómetros, la dirección de su Taurus les jugó una mala pasada.
Fueron más de tres horas de reparación, completando la etapa por la noche. Fue decimoquinto de la categoría Challenger. “Hemos empezado muy bien el día, con muy buenas sensaciones. El coche funcionaba correctamente, pero alrededor del kilómetro 100 hemos notado que la dirección se endurecía y, a partir del 115, ya era prácticamente inconducible”, comentaba Pons en unas declaraciones emitidas a través de un comunicado de prensa.
“Hemos llegado al kilómetro 130 y, allí, hemos tenido que parar, ya que estaba completamente rígida. La hemos engrasado, tal y como nos ha indicado el equipo, pero hemos tenido que emplear más de tres horas para repararla. Hemos podido continuar y completar la etapa, pero el tiempo perdido ha sido muy considerable. Este tipo de días son muy duros, pero forman parte de la prueba. Ahora toca analizar lo ocurrido, descansar en la jornada de mañana y preparar el coche para volver a dar el máximo”, añadía al respecto de la avería.
Pons y Betriu están aprovechando la jornada de descanso para recargar pilas y dejar el Taurus a punto. El 11 de enero, el Dakar continuará con la sexta etapa, con 605 kilómetros cronometrados. Marcará el inicio de una segunda semana, algo más light que la primera, pero con muchos desafíos.
