
La Fórmula 1 ha hecho oficial que, desde el próximo Gran Premio de España de esta misma temporada, la configuración que su utilizará del Circuit de Barcelona-Catalunya será sin chicane del último sector.
La pista sigue inmersa en unas obras que ayudarán a mejorar la seguridad e instalaciones del paddock. En 2007 se introdujo una chicane en el último sector —concretamente antes de la última curva— y se eliminará esta sección para volver a la configuración original. Se introducirán barreras TECPRO en las dos últimas curvas, que pasan a ser de alta velocidad.
Con la desaparición de las dos últimas curvas, la longitud del Circuit de Barcelona-Catalunya pasa a tener 4.657 kilómetros, son 18 metros menos que el anterior. Habrá más cambios en el trazado; la curva uno pasa a tener 70 metros más de tierra, más una pendiente del cinco por ciento y una valla de protección en las curvas uno y dos para mejorar la seguridad.
El marcador en la salida del pit lane se remodelará para 2023, incluida una torre de señalización “más moderna”, además de volver a pintar y reemplazar los bordillos y las barreras de neumáticos. El edificio de boxes también sufrirá modificaciones con una ampliación y modernización. Se renovarán los servicios disponibles para los aficionados.