La escudería Alpine ha afirmado estar desarrollando un nuevo software para mejorar la gestión de energía de su monoplaza de cara a la próxima temporada.
Desde la entrada en vigor de la normativa de motores híbridos allá por el 2014, Renault nunca ha demostrado estar a la par que sus rivales a nivel de rendimiento. Los continuos fallos de fiabilidad, la escasa velocidad punta y su poco desarrollado sistema de ahorro de energía fueron varios de los motivos que hicieron que Red Bull dejase de montar sus motores para pasar a Honda. McLaren tampoco vio motivos para seguir con los franceses y optó por firmar con Mercedes para equipar sus unidades de potencia.
Es por estas razones que desde Enstone quieren dar el paso definitivo que compense todo el esfuerzo invertido durante los últimos años. “Seguimos trabajando para mejorar nuestro motor. El hardware no se puede tocar por la congelación de la FIA, pero una vez al año podemos homologar nuevas piezas del software”, declaró Bruno Famin en una entrevista para Motorsport.com.
El máximo responsable de Alpine señala el elemento del motor que más les freno. “Sabemos que tenemos graves deficiencias en el MGU-K, lo que hace que recuperemos menos energía que nuestros competidores. A nivel de potencia es difícil mejorar, pero la gestión de energía será clave para acercarnos a los puestos de arriba. Es uno de los puntos clave que queremos mejorar para el próximo año».
Sin embargo, también admite que la mayor parte de los recursos se están poniendo en desarrollar las futuras unidades de potencia del 2026. “Aún así, estamos centrados principalmente en los nuevos motores que vendrán dentro de dos años. No nos queremos quedar atrás porque los demás fabricantes llevan trabajando en ello desde que a mediados de 2022 se anunció la nueva normativa. Sabemos que tenemos mucho trabajo por delante si queremos lograr buenos resultados”, finalizó el responsable del equipo francés.