El pasado fin de semana vimos a un equipo Ferrari muy sólido, tal vez más de lo que ellos mismos se esperaban. Durante todo el fin de semana estuvieron por delante de su gran rival esta temporada, McLaren. A falta de tan solo cinco carreras para el final de temporada, la ventaja para los de Woking es de apenas 3.5 puntos.
Se suponía que Austin debía ser una pista incómoda para los de Maranello, pero tras las mejoras en el motor en las últimas semanas ha resultado un trazado donde el SF21 ha rendido bien. Hasta el propio Mattia Binotto se ha sorprendido con el rendimiento del coche.
La carrera de Charles Leclerc fue silenciosa pero ejecutada a la perfección. No se metió en líos en ningún momento y se pudo llevar a casa una valiosa cuarta posición. “Tenía un buen ritmo, era capaz de empujar y en ciertos tramos era tan rápido como los pilotos que le precedían. Esto indica que el coche está creciendo gracias también a la unidad de potencia” expresó Binotto sobre la carrera del monegasco.
Carlos Sainz tuvo un domingo más complicado, pero supo sacar lo mejor del coche para traer a casa los máximos puntos posibles. La carrera se le ponía cuesta arriba pues salir con los blandos no era una gran ventaja en Austin. Durante toda la carrera peleó con los McLaren cuerpo a cuerpo, pero una mala parada en boxes del equipo arruinó sus opciones de ser quinto. “Empezó con los rojos, pero no tuvo suficiente ritmo para ganar algunas posiciones y a partir de ahí su carrera se complicó. Pero gestionó muy bien la primera etapa con los rojos, aunque no fue fácil” decía el jefe de la Scuderia en Motorsport.com.
La semana que viene vuelve la Fórmula 1 a México, circuito que no corremos desde 2019 y el objetivo de Ferrari sigue siendo el mismo: vencer a McLaren. El motor tendrá gran importancia en este trazado y sus nuevas especificaciones pueden decantar la balanza en esta apasionada batalla por el tercer puesto del mundial.
