Análisis técnico del SF-24, el último Ferrari de Carlos Sainz

Carlos Sainz en Fiorano rodando con el SF-24 | Fuente: Scuderia Ferrari
Carlos Sainz en Fiorano rodando con el SF-24 | Fuente: Scuderia Ferrari

Ferrari ya ha presentado y probado su SF-24, el último coche de Carlos Sainz con los de Maranello. Con él, la escudería buscará romper su sequía de títulos. Los italianos no ganan un Mundial desde el de Constructores de 2008. En cuanto al de pilotos, hay que remontarse al título de Kimi Räikkönen un año antes, el famoso 2007.

Ferrari ha trabajado durante el invierno para solucionar los problemas que tuvo el coche del año pasado. Los mayores fueron la falta de consistencia en carrera, el desgaste de los neumáticos y la dificultad para conducirlo, algo en lo que coincidían tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz. Los ingenieros han trabajado para subsanar estas debilidades y hacer un coche consistente, que sea capaz de pelear en carrera contra el todopoderoso Red Bull.

Es por ello que el coche ha sido rediseñado en gran parte, con un chasis más largo, pero más ligero que el del SF-23. Los pontones siguen la dirección marcada por Red Bull. Se ve un concepto agresivo, aunque no tan llevado al extremo como lo que vimos en el Aston Martin. El morro sí que sigue la línea marcada por Aston Martin, ya que descansa sobre el segundo elemento del alerón delantero. En cuanto a las suspensiones, Ferrari ha optado por el push-rod en la delantera y el pull-rod en la trasera.

El SF-24 de Ferrari para la nueva temporada de F1 | Fuente: Scuderia Ferrari

A simple vista se pueden apreciar varios de los cambios en el diseño del coche. Sin embargo, los más importantes pretenden ser los que no se ven. El exterior nos muestra un coche que ha adoptado la línea de Red Bull, que se ha demostrado como la senda a seguir. No obstante, Ferrari sabe que no se puede ganar a Red Bull simplemente con una copia de su concepto.

También debe tener sus propias soluciones para poder batir a los de Milton Keynes. Leclerc se ha mostrado optimista tras haber realizado pruebas de simulador, y dice que ya nota una mejora respecto al año pasado. Tanto Sainz como él han pedido un coche más predecible y fácil de llevar, y las primeras impresiones parecen ir en esa dirección. Veremos si, finalmente, 2024 es el año de Ferrari.