Carlos Sainz, a pesar de subir al último escalón del podio en Baréin, quedó por detrás del dominante Max Verstappen, pero solo a dos segundos del otro Red Bull de Sergio Pérez.
Sainz mostró su alivio por lo bien que se maneja el monoplaza. “La última carrera en la que estaba atacando fue Austria, y estamos hablando de hace 13, 14 carreras», comentaba en declaraciones que recoge Motorsport.com. El déficit de 25 segundos de Sainz con Verstappen fue la mitad del de la misma carrera hace 12 meses, cuando los problemas de gestión de neumáticos de Ferrari y el manejo inconsistente salieron a la luz por primera vez.
“El resto de las carreras del año pasado solo tenías que gestionar, mirar en los espejos, controlar tu ritmo. Había muy pocas oportunidades para adelantar a la gente”, añadió Sainz. El pobre ritmo de carrera del SF-23 en comparación con su rendimiento de una vuelta, se convirtió en un tema a lo largo de la última temporada, especialmente en los circuitos más exigentes.
Sainz sintió alivio al ver que su sucesor, el SF-24, es un coche con el que finalmente puede ser agresivo. “Con el coche del año pasado era imposible mirar hacia adelante. Recuerdo en el lanzamiento del coche diciendo que este año deseo que tuviéramos un coche para correr y atacar a la gente y no preocuparnos demasiado por los neumáticos. Y es exactamente lo que conseguimos. Tuve una carrera de ataque, un ritmo de carrera realmente bueno. Lo disfruté mucho”, concluyó Sainz.
“Mira las últimas ocho carreras entre Charles y yo. Conseguimos hacer algunas pole positions, muchas primeras filas, pero luego Max en la carrera se alejaba masivamente y Checo siempre podía adelantarnos. Espero que este rasgo del año no sea tan exagerado y hayamos dado un buen paso adelante en ese sentido”, finalizó el piloto madrileño.