El piloto alemán ha conseguido su segunda victoria esta temporada después de ese ePrix inaugural en México. Pascal Wehrlein se vio sorprendido por el ritmo de Oliver Rowland, pero al final Nissan erró a la hora de gestionar la energía y la victoria fue para Porsche.
Wehrlein, por culpa de un toque con Jean-Éric Vergne, no pasó de la decimosexta posición en la primera carrera de Misano. De cara a la segundo mantuvo los pies en el suelo para llevarse la victoria. Suma ya 89 puntos, los mismos que Jake Dennis, pero las dos victorias le mantienen por delante. “Estoy muy contento con la carrera. Volvió a ser bastante caótico desde el principio hasta la mitad de la carrera”, comentaba el alemán para los micrófonos de la Fórmula E.
Se sorprendió por el ritmo de Rowland, pero no dejó de confiar en los suyos. “No estaba seguro de si debía mantenerme en cabeza o dejar que Oli marcara el ritmo. Su ritmo parecía un poco extraño y demasiado rápido para intentar defenderlo, así que no lo defendí mucho. Me sorprendió un poco su energía, no estaba seguro si el equipo tenía la información correcta o no. Pero al final resultó ser lo correcto”.
Porsche, una vez más, ha demostrado tener un motor muy eficiente. Wehrlein se veía ganador de las dos mangas celebradas en Misano. De hecho, las ganaron, pero Antonio Félix Da Costa fue descalificado. “Se pasa rápidamente de cero a héroe, lo sabemos en la Fórmula E. Creo que tuvimos el ritmo este fin de semana para ganar ambas carreras. Desafortunadamente, ayer, con este tipo de carreras, fui un poco víctima con mi alerón delantero y luego detrás, pero hoy fue una gran redención para nosotros”.
De todos modos, no confió en que era capaz de ganar hasta que “pasé a Rowland porque pensé que ellos estaban completamente equivocados o que la información que teníamos era completamente errónea”, decía sobre ese caos final en el circuito italiano. Lo importante es que Wehrlein confió en su ingeniero y ganó en Misano. “Confíe en mi equipo, hubo mucho intercambio de información en las últimas vueltas. Al final tuvimos un pequeño problema con la temperatura del coche y no fue fácil de gestionar”, cierra el alemán.
