Los rumores de las últimas semanas se han hecho realidad. Flavio Briatore vuelve a la primera línea de la Fórmula 1 como asesor ejecutivo de Alpine F1.
Briatore ha sido nombrado por Luca de Meo, consejero delegado del Grupo Renault, y se centrará en las áreas de alto nivel del equipo. Buscará los mejores talentos y proporcionará “información sobre el mercado de pilotos, desafiando el proyecto existente mediante la evaluación de la estructura actual y el asesoramiento sobre algunas cuestiones estratégicas dentro del deporte”.
El italiano de 74 vuelve al equipo con el que ya triunfó a principios de siglo. En el 2000, Renault adquirió Benetton, equipo en el que fue director comercial, y es repescado como director general. A partir de 2002 recibió el nombre de Renault F1 Team y llegaron los dos títulos mundiales de 2005 y 2006 con Fernando Alonso a la cabeza. En 2003 sumó su primera Pole como director en Malasia, así como su primera victoria en Hungría, ambas con Alonso de protagonista.
Otro gran éxito fue la Pole y victoria de Jarno Trulli en Mónaco en el 2004. Fueron terceros en el campeonato de constructores. En septiembre de 2009, Briatore abandonó la escudería a causa del escándalo descubierto en el Gran Premio de Singapur 2008, en la que el director italiano ordenó a Nelson Piquet Jr. empotrar su coche contra uno de los muros a cambio de su renovación. Gracias a ello, Alonso consiguió la victoria. Junto con Briatore, Pat Symonds (director jefe de ingeniería del equipo) también abandonó su puesto por el mismo motivo.
Días después de su marcha, la FIA hizo pública la sanción a Briatore. No podrá ni asistir ni participar de por vida en ninguno de los campeonatos que organiza la FIA. No podrá “renovar la Superlicencia concedida a cualquiera de los pilotos asociados al señor Briatore”. En enero de 2010, el Tribunal de Gran Instancia de París anuló la decisión de la FIA por considerarla irregular y por entender que en ella tuvo un papel preponderante Max Mosley, enemigo de Briatore.
