Tan solo una semana después del GP de Singapur la Fórmula 1 llega a Rusia, concretamente a Sochi. Pirelli ha seleccionado para esta carrera los compuestos C2, C3 y C4. Esto implica que estos neumáticos son más duros que los utilizados la pasada temporada. El principal propósito de esta decisión es que los pilotos no se vean obligados a gestionar y puedan dar el máximo en cada stint.
El circuito de Sochi se caracteriza por tener varias curvas lentas de 90 grados. Es por ello que la carga aerodinámica es importante, en este caso, de un 4 sobre 5. Por otro lado, la adherencia es bastante buena y además mejora conforme avanza el fin de semana. Está situada en un 3 sobre 5 por Pirelli. Los neumáticos no sufren demasiado en esta pista, tan solo un 2 sobre 5.
Sochi contaba en un comienzo con un asfalto muy liso, pero actualmente es mucho más rugoso. El punto más crítico es la curva 3, que es comparable a la curva 8 del circuito de Estambul en el que años atrás se competía en Fórmula 1. A priori, la estrategia más favorable es hacer solo una parada. Así fue el año pasado y en esta ocasión con compuestos más duros se volverá a repetir, salvo que aparezca la lluvia. Precisamente la estrategia será clave de cara al resultado final.
“Ahora que Rusia se restableció en su fecha de otoño, después de haber regresado a este puesto el año pasado, será interesante ver qué ha cambiado en comparación con 2018. Las fuerzas longitudinales en lugar de las laterales son la principal influencia en los neumáticos aquí. Hay un alto grado de evolución de la pista durante todo el fin de semana. Anticipar la configuración y la estrategia de neumáticos con respecto a las circunstancias cambiantes de la pista será una de las claves del éxito en Sochi. Valtteri Bottas estableció un nuevo récord de vuelta el año pasado en la calificación del año pasado, veamos si eso se reduce aún más este año”, ha explicado Isola en declaraciones recogidas por Pirelli.
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