Durante la última jornada de test, Sebastian Vettel estaba encima del nuevo SF1000 cuando le avisaron por radio que tenía parar el coche. De todos modos, el sonido del motor no era el adecuado. Cambiaron esa unidad de potencia para mandarla a Maranello y analizarla.
Pues bien, antes de la segunda semana, los resultados ya se conocen. “La unidad que tuvo el problema el viernes pasado ha sido desmontada y analizada en Maranello. El fallo fue un problema no estructural con el sistema de lubricación. No es una causa de preocupación y el trabajo para solucionarlo ya está en marcha”. Por lo tanto, no preocupa su fiabilidad.
Este suceso hizo crecer la preocupación en el paddock por donde realmente estaba Ferrari, aunque está claro que detrás de Mercedes. Desde el equipo italiano han confirmado que en la primera semana no han mostrado su potencial exacto, aunque si que son menos optimistas que a estas alturas de 2019, lo dijo Mattia Binotto.
Tanto como él como sus pilotos, confirmaron que durante los primeros tres días de pruebas se han enfocado en conseguir la mejor configuración para el coche de 2020 y poder usar la adecuada en cada carrera. A pesar de ello, todavía hay mucho trabajo que hacer para Melbourne.
Para estos tres últimos días, Ferrari traerá nuevas piezas aerodinámicas, también modificaciones en la suspensión tras el susto de Kevin Magnussen con su pinchazo. Esta parte del coche es la misma en Ferrari, Haas y Alfa Romeo. Quieren evitar sustos y perder días.
Ferrari ha sido el tercer equipo que menos ha rodado hasta el momento con tan solo 354 vueltas frente a los casi 500 que lleva Mercedes, veremos una vez que finalice la segunda semana. El Mundo está ansioso por ver como es este SF1000 y por el bien del espectáculo, mejor que de la sorpresa en Melbourne y durante el resto de temporada.
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