Red Bull afronta este Gran Premio, segundo consecutivo que se disputa en Silverstone, con un doble objetivo: por una parte, reducir la distancia entre Max Verstappen y los Mercedes; por otra parte, intentar encontrar un balance adecuado para Alexander Albon. Dos retos muy diferente y difíciles de superar a la vez, aunque todo es posible para la marca de bebidas energéticas.
El segundo puesto de Max Verstappen en el GP de Gran Bretaña dejó una sensación agridulce. El pinchazo de Hamilton fue una ocasión de oro para conseguir la victoria, pero Red Bull se tenía que proteger para que al holandés no le ocurriera lo mismo. En cualquier caso, recoger las migajas de Mercedes es lo máximo a lo que puede aspirar el holandés en carrera. Situación distinta es la de Albon: su lucha está en no ser superado por los equipos de la zona media de la tabla.
Max Verstappen
El holandés demuestra semana a semana que es el único capaz de dar guerra a los Mercedes. Su actuación la semana pasada a bordo del Red Bull fue brillante, y casi se ve recompensada con una victoria. Para el holandés, disputar otro GP en Silverstone es positivo.
“Hemos tenido una semana aquí para conocer todavía más la pista y aprender algo sobre el coche para intentar mejorar”, ha declarado Verstappen.
Alexander Albon
Difícil temporada la del británico-tailandés. La falta de resultados le está llevando a una situación límite donde la presión sigue en aumento. Aun así, Albon ya ha demostrado que tiene velocidad y manos al volante, por lo que revertir la situación está en sus manos.
“Estamos en el mismo trazado de la semana pasada y podemos comparar lo que aprendimos y dónde necesitamos trabajar. Intentaremos conseguir el objetivo marcado y concentrarnos en las áreas más débiles de la semana pasada”, ha apuntado Albon.
