Durante la carrera del Gran Premio de Austria, Sergio Pérez, piloto de Red Bull, estuvo implicado en algunos incidentes que generaron algo de polémica. En un primer momento, se fue a la grava en la curva 4 en una pelea con Norris, pero más tarde, fue el propio Checo quien empujó fuera de pista al rival con quien luchaba por la posición, en este caso se trataba de Charles Leclerc.
El piloto monegasco se mostró realmente cabreado a través de la radio del equipo porque fueron dos las veces que el de Red Bull casi le hace perder el control de su monoplaza. Posteriormente, el mexicano fue sancionado con un total de diez segundos, cinco por cada acción.
Después de la carrera, Leclerc habló en Sky Sports F1 sobre lo ocurrido con Pérez. “Fuimos fuertes toda la carrera con el ritmo que teníamos, pero no tuvimos la ventaja de los neumáticos de la estrategia inversa, por lo que fue realmente difícil adelantar”, dijo Leclerc. “Cada oportunidad que pude ver, la aproveché”.
“No funcionó hoy, estaba bastante enfadado en el coche porque sentía que no tenía espacio. Sé que los adelantamientos fueron bastante optimistas pero, por otro lado, tenía que hacerlo si quería que funcionara. No había espacio en el exterior, en la salida de la curva, pero así es la vida”, señalaba el piloto de Ferrari.
En el tramo final de la carrera, desde el muro de la escudería italiana ordenaron a Leclerc a dejar pasar a su compañero de equipo, Carlos Sainz, quien venía con mucho mejor ritmo. Después de eso, Leclerc trató de adelantar a Ricciardo, pero no fue capaz, por lo que cruzó finalmente la línea de meta en octava posición, sumando cuatro puntos.
“Sentí que había una oportunidad de adelantar a Ricciardo en algún momento porque estaba muy cerca en cada vuelta”, explicaba Leclerc. “Me pidieron que dejase pasar a Sainz porque él tenía la ventaja de los neumáticos con la estrategia inversa, así que lo hice”, comentaba el de Ferrari para finalizar.
