El ePrix de Nueva York rozó el drama cuando la lluvia hizo acto de presencia. Hasta cuatro coches impactaron en el mismo punto, todos los pilotos salieron sin lesiones.
La carrera comenzó bajo condiciones de seco, pero de repente empezó a llover con fuerza, cuando restaban diez minutos de carrera. En la curva seis se formó un gran charco, el aquaplaning era inevitable. Primero chocó Nick Cassidy, le siguieron Lucas di Grassi, Stoffel Vandoorne y Edoardo Mortara.
El único que pudo evitar el choque fue Robin Frijns, tomando el liderato de la carrera. Por si fuera poca incertidumbre, el Porsche de Pascal Wehrlein se paraba en mitad de curva, algo que Sam Bird, Jake Dennis y Nyck de Vries no pudieron evitar. La carrera se detuvo por bandera roja.
Scot Elkins, director de carrera, anunció que iba a reanudarse la carrera, pero tras unos minutos de estudió, decidió no continuar con la prueba y dar por válidos los resultados de la vuelta anterior a la bandera roja, algo que marca el Reglamento de la Fórmula E.
En cambio, Sam Bird no está nada de acuerdo con lo ocurrido. “Estoy decepcionado porque, obviamente, si se reinicia, tenía la oportunidad de ganar la carrera, y luego retrocede dos vueltas”, dijo el de Jaguar según recoge RaceFans.net.
Lo que no entiende es que un piloto que ha chocado, esté en el podio. “Las reglas son las reglas y la gente al frente, estaban haciendo el mejor trabajo. Pero, para mí, si te sales, no veo cómo puedes estar en el podio u obtener más puntos. Así que estoy luchando con eso en este momento”.
Finalmente, por penalizaciones, sumará seis puntos al ser séptimo. Cuando se hicieron estas declaraciones su resultado era un noveno puesto. “Tengo puntos en las últimas cuatro carreras, pero tengo muy, muy pocos puntos. Así que estaba deseando conseguir algunos grandes. Obviamente, ese no es el caso”, concluía Bird.
